En el comercio de gemas, primera agua ("first water" en inglés) significa "máxima calidad".[1] La claridad de los diamantes se evalúa por su transparencia. Cuanto más similares sean al agua, mayor será su calidad. La edición de 1753 de la Enciclopedia Chambers afirma:
La primera agua en los diamantes significa la mayor pureza y perfección de su configuración, que debe ser la de la gota de agua más clara. Cuando los diamantes no alcanzan esta perfección, se dice que son de segunda o tercera agua, etc., hasta que la piedra puede considerarse propiamente de color.
En inglés, la frase "primera agua" también se usa de forma más general para referirse a la más alta calidad o al ejemplo más extremo de una persona o cosa, no solo a las piedras preciosas.[1]
La comparación de los diamantes con el agua se remonta al menos a principios del siglo XVII, y Shakespeare la menciona en «Pericles» de 1607.[2]
... heavenly jewels which Pericles hath lost—
... The diamonds of a most praisèd water doth
appear to make the world twice rich....joyas celestiales que Pericles ha perdido—
... Los diamantes de un agua muy alabada
parecen hacer al mundo doblemente rico.