Las elecciones primarias presidenciales del Partido Justicialista de 1988 tuvieron lugar el sábado 9 de julio de dicho año con el objetivo de elegir la fórmula presidencial del partido de cara a las elecciones presidenciales venideras, que tendrían lugar el 14 de mayo de 1989.[1]
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Primarias del Partido Justicialista de 1988 Candidato presidencial del Partido Justicialista | |||||||||||
Fecha | 9 de julio de 1988 | ||||||||||
Tipo | Primaria abierta | ||||||||||
Demografía electoral | |||||||||||
Población | 31 860 128 | ||||||||||
Hab. registrados | 4 354 654 | ||||||||||
Votantes | 1 545 879 | ||||||||||
Participación | |||||||||||
33.19 % | |||||||||||
Votos válidos | 1 544 949 | ||||||||||
Resultados | |||||||||||
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Carlos Menem – Ortodoxia | ||||||||||
Votos | 833 353 | ||||||||||
53.94 % | |||||||||||
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Antonio Cafiero – Renovación | ||||||||||
Votos | 711 596 | ||||||||||
46.06 % | |||||||||||
Resultados por distrito | |||||||||||
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Menem-Duhalde
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Cafiero-De la Sota
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Candidato presidencial del Partido Justicialista | |||||||||||
La fórmula de Carlos Menem-Eduardo Duhalde obtuvo el 53,94% de los votos, mientras que la fórmula Antonio Cafiero-José Manuel de la Sota obtuvo el 46,06%.[2]
La victoria de Menem en las primarias fue una sorpresa para muchos, ya que Cafiero era el favorito y controlaba la estructura partidaria. Sin embargo, Menem logró capitalizar el descontento de los sectores más conservadores del peronismo con el gobierno de Raúl Alfonsín y su creciente crisis económica.[3]
La interna de 1988 quedó en la historia como la única ocasión en que el Partido Justicialista definió a su candidato presidencial mediante elecciones primarias abiertas a sus afiliados. Participaron 1.544.949 votantes peronistas en un contexto de alta inflación y pérdida de poder del oficialismo radical. La contienda reflejó la tensión entre la estructura partidaria tradicional, alineada con Cafiero, y la figura carismática de Menem, que supo captar el voto de las bases con un estilo personalista y un discurso que combinaba la renovación con referencias simbólicas al peronismo histórico. Para asegurar su ventaja, Menem negoció que la interna se limitara exclusivamente a la fórmula presidencial, sin incluir candidaturas de gobernadores, diputados o intendentes, lo que redujo la influencia del aparato bonaerense de Cafiero.
La campaña de Menem alcanzó su punto culminante con un multitudinario acto de cierre en el estadio de River Plate ante 60.000 personas, organizado por Luis Barrionuevo, que sorprendió a la dirigencia cafierista. Finalmente, la fórmula Menem-Duhalde se impuso en 18 provincias, incluida Buenos Aires, y obtuvo victorias clave en distritos del conurbano bonaerense como Lomas de Zamora, Morón y La Matanza, donde operadores locales como Alberto Pierri fueron clave. Tras la derrota, buena parte del sector cafierista se alineó con Menem, consolidando su liderazgo interno. Figuras como Carlos Grosso, José Luis Manzano y Guido Di Tella migraron a su espacio, sellando una reorganización del peronismo que allanó su camino a la presidencia.
El resultado de las posteriores elecciones presidenciales marcó el inicio de un nuevo ciclo en la historia del peronismo. Menem se convirtió en el primer presidente justicialista en ser elegido en elecciones democráticas desde septiembre de 1973, y su gobierno inició un proceso de reformas económicas y políticas que transformarían la política económica del país.[4]