El pozo Tremeo es el único lago natural existente en la franja costera de Cantabria (España). Está situado a las afueras de la localidad de Rumoroso, perteneciente al municipio de Polanco. En diciembre de 2016 se le declaró Área Natural de Especial Interés (ANEI).[1]
Se creó por un colapso de origen cárstico[1] y junto a la masa de agua hay una casa rural.[2] En él nace el arroyo Salín.[3]
Los habitantes de Rumoroso «consultaban» las previsiones meteorológicas hace siglos echando un pedazo de tierra cubierto de maleza a sus agua, el cual tomaba siempre una dirección hacia los extremos; si se dirigía a la parte del nordeste del lago, no iba a llover, pero si tomaba otra dirección, variaría el tiempo.[4]
Se cree que su nombre viene de la palabra latina tremere, que significa «tierra temblorosa» o «movediza».[3]
Tiene once metros de profundidad,[3] lo cual se pudo comprobar en una inmersión realizada en 2006 en el pozo. En ese mismo año se crearon y se señalizaron algunas sendas que rodean a la laguna.[5] Tiene 75 metros de largo y 60 de ancho (4.500 m²).[3]
Son varias las leyendas que giran alrededor del pozo Tremeo. Una de ellas dice que mojándose en sus aguas se puede cumplir un deseo,[2] mientras que otra cuenta que en su profundidad descansan los cuerpos de dos jóvenes enamorados que se ahogaron al caer al pozo desde un roble, que está inclinado y vencido sobre la laguna.[4]
En el pozo Tremeo se han localizado 218 especies de flora (cuatro de ellas protegidas) y 169 de fauna.[1]
Los reptiles identificados pertenecen a 11 especies diferentes, el 40% de las 29 conocidas en la comunidad autónoma; hay un centenar de especies de aves localizadas en el entorno y 43 de mamíferos entre las que destacan diferentes murciélagos. En esta zona también habitan invertebrados de interés como cangrejos de río y coleópteros como Lucanus cervus, Cerambyx cerdo y Quaestus arcanus.[1]