Pompeya Helena fue una mujer orfebre, que trabajó en Roma a principios del Imperio romano, en torno al siglo I d. C.
Solo se conoce a Pompeya Helena por la inscripción que hay en su tumba en Roma, donde se la identifica como aurifix ‘orfebre’.[1] La inscripción forma parte del monumento a Marcela, hija de Octavia, que se encontró en la segunda sección de los columbarios de Vigna Codini.[2] Se piensa que era una mujer libre, de la familia Pompeya.[3] La inscripción reza:
En el mismo monumento hay referencia a otros artesanos, incluyendo un margaritarius ‘vendedor de perlas’, dos vestiarii ‘vendedores de ropa’, dos unguentarii ‘vendedores de perfumes’ y un thurarius ‘vendedor de incienso’.[2] El mosaico del suelo incluye una inscripción que indica el año 10 d. C: como terminus ante quem.[5][6]
Pompeya Helena nos es la única mujer de la que se sabe que trabajó como orfebre en la Antigua Roma. Otras son Serapa, Sellia Epyre, Vincentia.[7] Sin embargo, John K. Evans ha puesto en duda su dedicación, cuestionando si en ese contexto aurifix significa ‘orfebre’ o si debe entenderse como ‘guardiana de objetos de oro’.[8]