La polisemia (del griego πολύς (polýs) "polys", muchos y σῆμα (sēma) "sema", significado), en lingüística se presenta cuando una palabra o signo lingüístico tiene varias acepciones,[1][2] entendiéndose como la pluralidad de significados para un mismo significante.[3][4][5][6][7]
La polisemia suele presentarse en casi todas las lenguas, puede ser de manera morfológica, sintáctica o léxica. Se apoya de la rama de la lingüística, la semántica, y también de la etimología, dando origen a las acepciones por medio de las metáforas y metonimias otorgando a las palabras uno o más sentidos figurados sin perder su significado original.
Es importante mencionar que las palabras que tienen relación etimológica podrían sufrir con el paso del tiempo una separación significativa de su relación semántica original dando paso a la ambigüedad.
El primero en definir y explicar este fenómeno semántico, fue Aristóteles. Más adelante el término fue retomado por el fundador de la semántica moderna, Bréal en 1897.
La polisemia se puede producir por muchas y distintas causas:[8]
Dos significantes se unifican mediante la fonética sin alterar sus significados, son palabras no relacionadas etimológicamente cuya pronunciación y/o ortografía es la misma.
Fonéticamente ambos verbos se pronuncian del mismo modo; no obstante, se escriben de manera diferente y sus significados también son distintos.
Las palabras homónimas homófonas son aquellas que se pronuncian igual, pero su escritura es diferente, así como también su significado.
Dos o más palabras distintas con el mismo significado: