La plaza de San Felipe está ubicada en el casco histórico de la ciudad de Zaragoza. Se accede a ella principalmente desde la Calle Alfonso I a través de la calle Torrenueva o por la peatonal calle Antonio Candalija. También se puede acceder por la calle del Temple. La plaza destaca por la gran belleza de sus edificios y por ser un lugar tranquilo y apacible en el que relajarse paseando. En el pasado la plaza servía como lugar de encuentro y venta de mercaderes de las calles adyacentes que se dedicaban al trabajo artesanal y utilizaban los alrededores de la torre como mercadillo. Destacan una serie de edificios que son:
La desaparecida Torre Nueva que se ubicaba en esta plaza fue todo un icono popular y de la ciudad; contaba con la singularidad de que estaba inclinada y servía de mirador de la ciudad. La torre fue construida a principios del siglo XVI en ladrillo al estilo mudéjar y convirtiéndose desde el mismo siglo en un gran símbolo de la ciudad. El Ayuntamiento decidió demolerla en 1892 alegando su peligro de ruina y de la inclinación. Esto obtuvo como respuesta una dura oposición de la gran parte de la población y de los intelectuales pero no se pudo hacer nada y finalmente fue demolida.