La grasilla o atrapamoscas (Pinguicula longifolia) es una especie de la familia de las lentibulariáceas.
Pinguicula longifolia | ||
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Planta de Pinguicula longifolia con presas en el Cañón de Añisclo, Pirineos, (Huesca), España. | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Plantae | |
División: | Magnoliophyta | |
Clase: | Magnoliopsida | |
Orden: | Lamiales | |
Familia: | Lentibulariaceae | |
Género: | Pinguicula | |
Sección: | Pinguicula | |
Especie: |
P. longifola Ramond ex DC. 1805 | |
Esta pequeña planta de unos 10-15 cm de altura posee como su nombre indica largas hojas amarillo pálido, colgantes, de contorno irregular, pecioladas, pegajosas por ser carnívora. Flores grandes tempranas en primavera, de color azul pálido o lila, con una gran mancha blanca pelosa en la garganta, corola de labios desiguales y pétalos redondeados; espolón de 10-16 mm curvado. Para mejorar su nutrición, atrapa pequeños insectos en sus hojas cubiertas de "grasilla" pegajosa.[1] En ella vive un ácaro que se alimenta de esos insectos y que ha conseguido adaptarse para no ser atrapado por las glándulas de la planta.[2]
Rocas calizas, en paredes verticales o extraplomadas y húmedas.
Esta especie es endémica del Pirineo central. Común en el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido,[2] donde también existen tres especies muy similares y también carnívoras, Pinguicula vulgaris, Pinguicula alpina y Pinguicula grandiflora.[2][3]
Pinguicula longifolia fue descrita por Ramond ex DC. y publicado en Fl. Franç. ed. 3, 3: 728 1805.[4][5]