Pier Francesco Mola (Coldrerio, 9 de febrero de 1612 - Roma, 13 de mayo de 1666), fue un pintor italiano del Barroco, activo fundamentalmente en Roma.
Pier Francesco Mola nació en Coldrerio, actualmente en el cantón del Tesino suizo. A la edad de cuatro años, se mudó a Roma con su padre Giovanni Battista, también pintor. Con la excepción de los períodos comprendidos entre 1633-1640 y 1641-1647, en los que residió en Venecia y Bolonia, respectivamente, vivió toda su vida en la Ciudad Eterna.
Su primer aprendizaje lo realizó con el manierista Cavalier D'Arpino (Giuseppe Cesari), para después pasar al taller del clasicisca Francesco Albani.
Su obra maestra son los frescos de la Galería de Alejandro VII en el Palazzo del Quirinal (José es reconocido por sus hermanos, 1657). Fue elegido príncipe de la Accademia di San Luca, el gremio de los pintores romanos, en 1662, pero en sus últimos años fue escasamente prolífico. Uno de sus discípulos fue Antonio Gherardi.
Su estilo fue suelto, con una paleta muy naturalista, y un manifiesto interés en la exploración de las posibilidades del paisaje. Mola se rebeló contra el imperante clasicismo de alta conceptualización teórica, típico de muchos pintores romanos contemporáneos, tales como Andrea Sacchi.