Petronila Infantes (La Paz, 29 de junio de 1911-ibíd., 8 de octubre de 1991),[1][2] conocida también como Doña Peta, fue una anarquista y sindicalista boliviana. Fue fundadora del Sindicato de Culinarias y Ramas Afines, un sindicato predecesor de la Federación Obrera Femenina creado en 1927[3][4] y refundado a la cabeza de Infantes en 1940. Fue líder del movimiento anarquista femenino en su país.[5]
Petronila Infantes | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
29 de junio de 1911 La Paz (Bolivia) | |
Fallecimiento |
8 de octubre de 1991 La Paz (Bolivia) | (80 años)|
Nacionalidad | Boliviana | |
Información profesional | ||
Ocupación | Cocinera y sindicalista | |
Nació en La Paz, pero a muy corta edad se fue a vivir a Eucaliptus. Allí trabajó para una compañía norteamericana junto a su padre,[6] pero él murió cuando ella era muy joven, por lo que empezó a trabajar como cocinera.[2] Más tarde se casó y durante su primer matrimonio tuvo un hijo llamado José Enrique y una hija llamada Alicia.[7]
"Las mujeres nos organizamos así: Nos defendemos, nos gestionamos".
- Petronila Infantes
Una de sus más conocidas demandas en 1935 fue la lucha contra la prohibición de uso del tranvía a las cholas que comercializaban productos o realizaban el trabajo de culinarias, quienes utilizaban el servicio en la ciudad de La Paz para transportar alimentos y mercadería[8]. Según Infantes, la personas que defendían esta prohibición argumentaban: «que al subir [...] les rasgábamos las medias y les incomodábamos con las canastas».[7][9]
Estas mujeres eran indígenas y mestizas, que vestían faldas tradicionales de pollera y sombreros de bombín. Muchas de las mujeres afectadas eran cholas y muchas trabajaban como cocineras, estaban cansadas de ser discriminadas y formaron el Sindicato de Trabajadoras Culinarias, compuesto exclusivamente por mujeres, como respuesta a las prácticas discriminatorias de las compañías de tranvías[8]. Infantes fue una de sus miembras fundadoras[10][11] Las compañías de tranvías tuvieron que anular la prohibición, debido a la presión pública. Sin embargo, la política no estuvo exenta de discriminación e Infantes recordó cómo en una conferencia en 1929, las mujeres de la clase alta boliviana que estaban presentes se opusieron a que las cholas hicieran una presentación[9].
El trabajo del Sindicato de Obreras Culinarias condujo al reconocimiento de la profesión de cocinera, a la jornada laboral de ocho horas y a la provisión de guarderías gratuitas para las madres trabajadoras[12]. Su modelo fue adoptado por otros sindicatos exclusivamente femeninos, como el Sindicato de Mujeres Floristas, el Sindicato de Recoveras y el Sindicato de Viajeros al Altiplano[12].
Fue la capacidad administrativa de Infantes la que permitió gran parte de la transformación de las doce en la Federación Obrera Femenina (FOF) en 1940[12] y se convirtió en la líder de la FOF[13]. A lo largo de las décadas de 1940 y 1950, Infantes continuó coordinando el trabajo de la FOF[13]. En su punto álgido, la FOF estaba formada por más de sesenta sindicatos, con Infantes como figura clave[14]. Cuando Infantes fue detenida mientras protestaba, su hija pequeña fue colocada en la celda de la portería con ella.[9]
Organizaciones sindicales contemporáneas, como la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Bolivia, reconocen a Infantes como una de sus precursoras.