El "persona" es la denominación que recibe el pastor de los rebaños de ovejas merinas trashumantes que ocupa una categoría inferior al ayudador, pero superior al zagal. Su categoría y sueldo eran iguales a las del sobrado.
En los viajes por las vías pecuarias arreaba al rebaño habitualmente desde los laterales, procurando que las ovejas no se saliesen de la cañada y evitando que se metiesen en las fincas.
En invierno cuidaba la "chicada" –conjunto de ovejas formado por las últimas paridas–.
En el verano, en los puertos de montaña, se relevaba a turnos con el compañero, ayudados habitualmente por un motril, para el cuidado del retazo –porción menor del rebaño cuando se divide, formado unas 500 ovejas–.[1]
Su sueldo en la cabaña de Perales en 1940 era de 422,50 pesetas/año, frente a las 3000 pesetas del mayoral, las 730 del rabadán, las 587,50 del compañero, las 500 del ayudador, o las 260 del zagal.
Además, como a los otros pastores, se le permitía tener un cierto número de animales de su propiedad, llamado escusa, en el rebaño general del dueño y sin pagar por ello. La escusa del “persona” eran 38 ovejas, 9 cabras y 3 yeguas. Habitualmente los ingresos por la escusa eran superiores a los del salario en metálico.[2]