Peristilo (del latín peristȳlum, y este del griego περίστυλος, perístylon, de περί peri, "alrededor" o "rodeado" y στῦλος stylos, "columna": "rodeado de columnas") es la galería de columnas que rodea un edificio, o parte de él; o el recinto rodeado de columnas («como los atrios», indica el DRAE).[1]
Aunque para el DRAE el atrio sea un ejemplo de peristilo, en la nomenclatura habitual de las piezas en que se divide la casa romana de clase alta (la domus urbana, las villae rurales y, ya en época imperial, los palacios), se reserva la denominación peristylum para el gran patio interior, rodeado por pórticos de columnas y ajardinado (viridarium)[2] o adornado con fuentes y esculturas, mientras que las paredes podían ser pintadas con frescos.
Alrededor del peristilo se encontraban emplazadas las dependencias más importantes de la residencia: la exedra, el triclinium (comedor) y el tablinum. Se diferencia del atrium, el otro patio interior propio de las casas romanas, y del que está separado por el tablinum, por ser de mayor tamaño, encontrarse más alejado de la entrada y por destinarse a funciones de recepción social y recreo; mientras que el atrio, ubicado tras la entrada y el vestibulum, hacía las veces de espacio de distribución entre las estancias.
Las visitas de más rango o confianza del dueño de la casa eran recibidas en el peristilo (incluso se les podía invitar a bañarse junto con el dueño), mientras que los clientes de menor importancia eran despachados en zonas más externas, incluso hasta en las puertas de la casa (ianua, ostium).
Las civilizaciones prehelénicas tienen algún precedente del concepto arquitectónico del peristilo, destacadamente la zona del palacio de Cnosos conocida como sala de la columnata (hall of the colonnade). Además de la perístasis o peristilo de los templos griegos perípteros (como el propio Partenón), en la arquitectura y el urbanismo griegos se utilizaba con profusión el concepto de pórtico, con la denominación de stoa; especialmente como delimitación de espacios abiertos, tanto de uso religioso como civil (el ágora).
En Bizancio el Tetrastoon (τετράστῳον ‘cuatro stoas’) era una gran plaza rodeada por cuatro stoas; denominación que a veces se aplica a los peristilos.[4]
La casa griega de época helenística, de la que son ejemplo las casas de Delos[6] o la casa de Olinto,[7] se organizaba en torno a un patio porticado (pastas).
En los templos egipcios se denomina sala hípetra al espacio sin techo y rodeado de columnas que precedía a la sala hipóstila.
Hípetro[8] era el templo sin techo, como el llamado kiosko de Trajano[9] en Filé. Es un término latino (hypaethrus) derivado del griego ὕπαιθρος (hupaithros, construido con el prefijo ὑπό -hupo, "debajo de"- y la raíz αἰθήρ -aither, "el cielo" o "el aire"-), que se aplica a también a templos no egipcios, como el Templo de Apolo en Dídima. Su término opuesto es cleithron (κλεῖθρον), que designa al templo completamente cubierto.[10] Vitruvio utiliza hypaethrus para designar la apertura cenital de la cubierta de los templos decástilos; aunque no se han hallado ejemplos en Roma, y un ejemplo griego es octóstilo (el templo de Júpiter Olímpico en Atenas).[11]
Liwan es la denominación de una dependencia de un determinado tipo de vivienda tradicional del Levante mediterráneo, que se compara con los peristilos grecorromanos.[12]
También se llama liwan a la sala de oración de las mezquitas (haram o musalla), que se caracterizan habitualmente por la pluralidad de arquerías, que dan un verdadero "bosque de columnas", pero habitualmente es un espacio cubierto, al que se accede desde el patio de las abluciones (sahn), que sí responde al concepto de peristilo: un patio rodeado por pórticos.
No deben confundirse estos conceptos con el de iwan, pabellón cerrado por tres lados, también en el contexto de las mezquitas (en este caso, las del Asia Central).
En la arquitectura islámica, especialmente en los palacios se desarrollan los patios porticados, muy a menudo en torno a fuentes y juegos de agua (sadirvan)[13] como los de la Alhambra.