El espacio periplasmático es el compartimento que rodea al citoplasma en algunas células procariotas, como por ejemplo en las bacterias Gram negativas. Aparece comprendido entre la membrana plasmática, por dentro, y la membrana externa de las gram negativas, por fuera.[1]
El periplasma se encuentra en un estado de tipo gel más que en estado líquido debido a la alta concentración de proteínas y de peptidoglicano que contiene.
Tiene una gran importancia en el metabolismo energético, que se basa en la alimentación por procesos activos de diferencias de composición química, concentración osmótica y carga eléctrica entre este compartimento y el citoplasma.
Una teoría plantea que el espacio intermembrana de las mitocondrias y el espacio periplastidial de los plastos, ambos orgánulos que habrían evolucionado a partir de la endosimbiosis, serían homólogos del espacio periplasmático.