Pere Serra o Pedro Serra fue un pintor de la Corona de Aragón de estilo italogótico, que estuvo activo en Cataluña entre 1357 y 1406.
Hijo de Berenguer Serra, sastre barcelonés, fue pintor como sus hermanos Francesc, el mayor, muerto en 1362, Jaume, documentado entre 1358 y 1390, y Joan, citado de 1357 a 1385 siempre en relación con Pere. Formado en el taller de Ramón Destorrents, en el que se le documenta en 1357, trabajó en el estilo italogótico, de influencia sienesa, característico de la pintura catalana del siglo XIV. La producción de los hermanos, con rasgos afines, se puede caracterizar por el canon alargado de las figuras, las cabezas ovaladas con ojos rasgados y boca pequeña, y los motivos iconográficos basados en texto apócrifos y legendarios.[1]
La rica documentación conservada indica que se situó al frente de un taller ampliamente demandado y con una producción abundante, aunque es también mucho lo que se ha perdido. Clave para la fijación y reconocimiento de su estilo es el retablo del Espíritu Santo de la Seo de Manresa, concluido en 1394. Retablo de cuatro cuerpos y cinco calles más la predela, Pere Serra desplegó en él un amplio repertorio iconográfico que va desde la creación del mundo a Pentecostés.[2]
Relacionados con su estilo se citan también los retablos de San Lorenzo de Morunys, como el de Manresa con Pentecostés en la tabla central y escenas de la vida de la Virgen y de san Juan en las calles laterales, y el de los santos Julián y Lucía del convento del Santo Sepulcro de Zaragoza.[2]
Al obrador de los hermanos Serra se atribuye el retablo de Santa María del monasterio de Sigena, guardado en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.[6][7]