Pedro Valls (Igualada, 1840-Madrid, 1885) fue un pintor español.
Nació en febrero de 1840.[1] Pintor natural de la localidad barcelonesa de Igualada[1][nota 1] y discípulo de la Escuela de Bellas Artes de Barcelona,[2] en la Exposición Nacional de 1871 presentó Últimos momentos de un niño.[2] Dedicado a la pintura escenográfica, pintó en Madrid numerosas decoraciones para el baile Satanella y las conocidas zarzuelas El desengaño de un sueño, La vuelta al mundo, El gran Tamorlán, La guerra santa, Cruz y corona, En el seno de la muerte, Los sobrinos del capitán Grant, Los polvos de la madre Celestina, El talismán de Sagrás, Il re di Lahore y otras muchas.[2] En 1882 hizo las decoraciones del Ateneo Igualadino de la clase obrera, por cuyo trabajo le fue entregada una corona de plata con botones de oro, regalo de dicha sociedad.[2] Falleció en septiembre de 1885 en Madrid.[1]