Paro armado fue la denominación, durante la época del terrorismo en Perú, de un tipo de huelga convocada por la organización terrorista Sendero Luminoso.[1] Un paro armado era considerado como una forma de lucha para la organización terrorista combinando la agitación y propaganda (agitprop), el sabotaje de suministro eléctrico y transporte, el asesinato selectivo y la guerra de guerrillas.[2] Se intimidaba a la población con la amenaza de muerte para quien no lo acatase.[3]
Los terroristas convocaban paros armados en las distintas ciudades del Perú.[4] El primer paro armado en Lima convocado por Sendero Luminoso fue el 19 de enero de 1989 en la Carretera Central.[5] Una de las víctimas de los paros armados fue María Elena Moyano quien fue asesinada luego de rehusarse a acatar las órdenes de los senderistas.[6]
En los años 2020, el ELN de Colombia empezó a usar este término.[7]