Paola Ojetti (Florencia, 7 de noviembre de 1911–Ibidem, 31 de agosto de 1978) fue una guionista, traductora y crítica de cine italiana.
Paola Ojetti | ||
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Paola Ojetti en 1955 | ||
Información personal | ||
Otros nombres | Paola Ojetti Zamattio | |
Nacimiento |
7 de noviembre de 1911 Florencia (Reino de Italia) | |
Fallecimiento |
31 de agosto de 1978 Florencia (Italia) | |
Residencia | Florencia | |
Nacionalidad | Italiana (1946-1978) | |
Familia | ||
Padre | Ugo Ojetti | |
Hijos | 2 | |
Información profesional | ||
Ocupación | Periodista, traductora, guionista, crítica de cine y actriz | |
Área | Traducción, periodismo, guión cinematográfico y crítica cinematográfica | |
Seudónimo | Arianna | |
Hija de Ugo Ojetti, se mudó a Roma y empezó a colaborar en 1938 con la revista Film dirigida por Mino Doletti, en la cual tuvo una columna de crítica cinematográfica. Fue muy abundante su actividad como guionista y adaptadora de diálogos italianos en películas extranjeras; en 1943 colaboró en más de veinte películas y alcanzó su punto más álgido en sus inicios, en Nadie vuelve atrás, dirigido por Alessandro Blasetti y en Art. 519 código penal de Leonardo Cortese. Cesó su carrera con un original televisivo dirigido en 1967 por Vittorio Cottafavi.
Sobre todo es recordada por su trabajo como traductora, tarea que empezó desde muy joven con versiones del francés y del inglés de diálogos cinematográficos. En la década de 1930, Paola Ojetti participó en prestigiosos proyectos de puesta en escena teatral y ópera como traductora y adaptadora de texto: colaboró con grandes maestros, como Victor de Sabata, Ildebrando Pizzetti y Benjamin Britten. Desde la inmediata posguerra y hasta su muerte en 1978, primero para Mondadori, luego para Feltrinelli, tradujo importantes obras de William Shakespeare, Alexandre Dumas, George Bernard Shaw, William Faulkner, Saul Bellow, Karen Blixen y Aldous Huxley.
También conocida como Paola Ojetti Zamattio (por el apellido de su esposo), tuvo dos hijos, Andrea (que murió prematuramente en un accidente automovilístico)[1] y Paolo Zamattio, quien hizo una sola aparición cinematográfica como un simple extra en la película Los subversivos de los hermanos Taviani en 1967.[2] Tras la muerte de su madre en 1970, regresó a Florencia de forma permanente (en Via de 'Bardi, cerca del Ponte Vecchio) donde permaneció hasta su muerte a los sesenta y nueve años. El año anterior hizo una aparición (un simple cameo como actriz) en la película dirigida por Lina Wertmüller, El fin del mundo en nuestra cama habitual en una noche lluviosa.[3] Después de su muerte, la colección de su biblioteca fue donada junto con la de su padre al Gabinetto Vieusseux en su ciudad natal.[4]