En la mitología griega, Palas o Palante (Παλλάς / Pallás) es uno de los gigantes, nacido de la Tierra y el Tártaro[1] Según el mitógrafo Apolodoro había nacido de la unión convencional entre Gea y Urano. Durante la Gigantomaquia, la batalla cósmica de los gigantes con los dioses olímpicos, Palas fue desollado por Atenea que usó su piel como escudo.[2] Aunque el origen del epíteto de Atenea "Palas" es oscuro,[3] de acuerdo a un fragmento de una obra no identificada de Epicarmo (c. 540 y c. 450 aC), Atenea, después de haber usado su piel para su manto, tomó su nombre del gigante Palas.[4] Otro ejemplo de desollamiento lo describe Eurípides. Éste nos habla de la "batalla contra los hijos de la tierra", en la cual Atenea Palas mató a la Gorgona y desde entonces tiene en su espalda la piel de la égida.[5] Los poetas latinos nos dicen que también se llamaba Palas al padre de la propia Atenea, y que éste Palas intentó violar a su hija.[6] En su Gigantomaquia, Claudiano nos dice que Palas fue uno de los gigantes convertidos en piedra por obra de la égida de Atenea.[7] Clemente se refiere a él cuando dice que de Palas y de Titanis o Titánide, hija de Océano, nació Atenea; esta es la que impíamente masacró a su padre y está vestida con la piel paterna, como si fuera un vellón[8]
Palas también fue el nombre de un titán, con el que el gigante se confunde o identifica a veces.