Paint Drying es una película de protesta experimental británica de 2023 producida, dirigida y filmada por Charlie Shackleton. Creó la película en 2016 para protestar contra la censura cinematográfica en el Reino Unido y el costo a veces prohibitivo que impone a los cineastas independientes el requisito de clasificación de la Junta Británica de Clasificación de Películas (BBFC).
Paint Drying | ||
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Ficha técnica | ||
Dirección | Charlie Lyne | |
Fotografía | Charlie Lyne | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Reino Unido | |
Año | 2016 | |
Género | Documental, cine experimental y película no narrativa | |
Duración | 607 minutos | |
Idioma(s) | Inglés | |
Ficha en IMDb | ||
Paint Drying es una película de protesta experimental británica producida y dirigida por Charlie Shackleton (nacido Charlie Lyne). Fue filmada en 2016 con el objetivo de protestar contra la censura cinematográfica en el Reino Unido y el costo a veces prohibitivo que impone a los cineastas independientes el requisito de clasificación de la Junta Británica de Clasificación de Películas (BBFC). Su primera proyección pública tuvo lugar en 2023 en Brisbane, Australia.
La película consta de 10 horas y 7 minutos de una vista estática de pintura blanca secándose en una pared de ladrillos. Shackleton rodó 14 horas de metraje en resolución 4K y abrió una campaña de Kickstarter para financiar la tarifa por minuto exigida por la BBFC, recaudando £5,936 de 686 patrocinadores.[2] Tras la revisión completa, la BBFC la clasificó como “U” (Universal), indicando que no contenía material dañino u ofensivo.
El estreno público se realizó en la Queensland Art Gallery y la Gallery of Modern Art (QAGOMA) en Brisbane, entre el 10 y el 29 de noviembre de 2023, como parte de la exposición Cinema Obstructed, de la que Shackleton fue cocurador.[1]
Una película no narrativa , Paint Drying consta de 10 horas y 7 minutos de una vista estática de pintura blanca secándose en una pared de ladrillos. Toda la película es una única toma continua, y no hay audio. [3][2]Recibe su título de la expresión "como ver la pintura secarse", que hace referencia a algo muy tedioso o aburrido.
El proyecto recibió amplia cobertura mediática por su carácter inusual y su carga política. Medios como The Independent y la BBC subrayaron la ironía de obligar a los censores británicos a visionar más de 600 minutos de metraje estático.[2][4] The Guardian lo describió como una “obra de resistencia conceptual” que evidenciaba la tensión entre la burocracia estatal y la libertad creativa de los cineastas.[5]