Pelham Grenville Wodehouse (Guildford, 15 de octubre de 1881-Southampton, Nueva York, 14 de febrero de 1975[1][2]) fue un escritor humorístico británico que gozó de un extraordinario éxito en vida y sigue siendo leído. Reconocido por la calidad literaria de sus obras, y doctor honoris causa por la Universidad de Oxford, entre sus admiradores se cuentan Hilaire Belloc, Evelyn Waugh, George Orwell, W. H. Auden, Aldous Huxley, Lionel Trilling, Herbert Henry Asquith y Wittgenstein,[3] entre otros.
P. G. Wodehouse | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Pelham Grenville Wodehouse | |
Nombre en inglés | Sir Pelham Grenville Wodehouse | |
Nacimiento |
15 de octubre de 1881 Guildford (Reino Unido) | |
Fallecimiento |
14 de febrero de 1975 Southampton (Estados Unidos) | (93 años)|
Causa de muerte | Infarto agudo de miocardio | |
Nacionalidad | Británica (desde 1881, desde 1927) y estadounidense (desde 1955) | |
Familia | ||
Padres |
Henry Ernest Wodehouse Eleanor Deane | |
Cónyuge | Ethel May Newton (1914-1975) | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Escritor, novelista, dramaturgo, libretista, letrista, humorista, guionista y escritor de cuentos | |
Años activo | desde 1902 | |
Seudónimo | Henry William-Jones, P Brooke-Haven, Pelham Grenville, Melrose Grainger, J Walker Williams y C P West | |
Género | Comedia | |
Distinciones |
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Fue un escritor prolífico, autor de más de 90 libros de narrativa (70 novelas y 20 colecciones con un total de 200 relatos), otro centenar de relatos cortos en revistas, 400 artículos, 19 obras de teatro y 250 letras de canciones para 33 musicales de Broadway (de Jerome Kern, Cole Porter, Ira Gershwin, etc.) así como adaptaciones y guiones cinematográficos, era hijo de Eleanor Deane, de familia terrateniente, y de Henry Ernest Wodehouse (1845-1929), que fue juez británico en Hong Kong. Los Wodehouse llevaban asentados en Norfolk durante muchos siglos. Su bisabuelo, el reverendo Philip Wodehouse, fue el segundo hijo del parlamentario sir Armine Wodehouse, V baronet (de Wilberhall), hijo póstumo de John Wodehouse, I barón de Wodehouse, ancestro de los condes de Kimberley. Su padrino fue Pelham von Donop, por el que se le puso su nombre. Su linaje es antiguo: se remonta nada menos que a 1227, cuando un Sir Bertram de Wodehouse luchó con Eduardo I contra los escoceses.[4]
Vivió hasta los dos años en Hong Kong, donde su padre era juez del gobierno británico. De regreso a Londres, creció con sus dos hermanos mayores Philip Peveril y Ernest Armine prácticamente como un huérfano hasta los quince años, ya que sus padres seguían residiendo en Hong Kong, bajo distintas tutelas familiares. Pese a ello, en Over seventy, Wodehouse escribió que carecía de las tres "ventajas" fundamentales para una autobiografía: tener un padre excéntrico, una infancia miserable y un pésimo recuerdo de la public school.[5] Por el contrario, consignó que su infancia fue tan normal "como un pudin de arroz". Sin embargo la ausencia de su madre se refleja en su copiosa producción: en su obra no aparecen madres, sino tías, a menudo temibles y formidables tías... Y también hay pocos padres y sus relaciones con los hijos son escasas y cómicas. El editor literario de The Times A. P. Ryan sugirió que todas las figuras de autoridad en Wodehouse, incluso Jeeves, eran tías reales o disfrazadas.[6] Por otra parte, su biógrafo Barry Phelps afirmó que creó su propio mito: posaba como un Lord Emsworth algo retrasado y borderline, cuando en realidad estaba mucho más cerca de Jeeves o del falso bobalicón Bertie Wooster[7] y era mucho más inteligente, complejo y culto de lo que fingió ser: conocía perfectamente el latín y el griego y las literaturas clásicas y leía mucho francés. Gracias a ese disfraz de falso ingenuo, pudo concentrarse en lo que realmente le gustaba: escribir.
Habiendo cursado estudios en el Dulwich College, su primer artículo retribuido fue "Aspects of Game Captaincy". No pudo seguir a su hermano a Oxford porque la economía familiar empezó a pasar estrecheces. Así que, en lugar de una carrera universitaria, en septiembre de 1900 empezó a trabajar de mala gana en la oficina londinense del Banco de Hong Kong y Shanghái. Para disociarse de ese trabajo que nada le gustaba empezó a escribir sobre deportes y relatos de humor en prensa y revistas. Pese a que su padre no aprobaba sus inclinaciones literarias, continuó su carrera en 1903 publicando una serie de historias escolares que fueron recogidas en The Captain, una revista para chicos, donde aparece ya por primera vez Psmith, uno de sus personajes más importantes. De 1901 data su primera colaboración en The Globe y al año siguiente Punch publicó un artículo suyo.[8] Entre 1903 y 1909 trabaja para The Globe escribiendo una columna humorística, "By the Way". En 1906, mientras ejerce como letrista para Seymour Hicks en el teatro Aldwych, del West End de Londres, coincide en la obra The Beauty of Bath con Jerome Kern.[8]
Gran deportista, representó al Dulwich College en boxeo y ganó la distinción Azul en críquet y en rugby, deportes que, junto al golf (en Dieciocho agujeros, por ejemplo), figuran directa o indirectamente en muchos de sus relatos. En 1905 debutó, junto con Arthur Conan Doyle, en el Authors Cricket Club, equipo de críquet formado por escritores británicos que desapareció al estallar la Primera Guerra Mundial.[9]
Aunque ya había visitado Nueva York en 1904, fue durante otra visita en 1909 cuando Wodehouse vendió «dos cuentos cortos a las revistas Cosmopolitan y Collier's por una suma total de 500 dólares –mucho más de lo que jamás había ganado», por lo que decidió abandonar su puesto en The Globe y afincarse en Nueva York. En 1914 se casó con Ethel Newton, una viuda que había conocido en Nueva York dos meses antes y cuya hija, Leonora, fue adoptada por él. Al año siguiente fue contratado como crítico teatral por la revista Vanity Fair.[8]
Por entonces sus primeras novelas A Prefect's Uncle (1903) y Mike (1909) habían tenido cierto éxito, y desde 1909 Wodehouse vivía entre París y Estados Unidos; su reputación como novelista de humor quedó asentada con su obra Psmith in the City (1910), primera de una serie de novelas con este protagonista. Mantuvo su enorme popularidad a través de casi un centenar de novelas en que se reiteraba una serie de curiosos y muy británicos personajes (Psmith, lord Emsworth, Bertie Wooster, Jeeves, Mulliner, Ukridge entre otros), casi siempre jóvenes ociosos y desorientados por las absurdas y cómicas situaciones en que su maquiavélico autor les situaba, dentro de un formalizado cosmos londinense y eduardiano en que se descongelaba penosamente el rígido y clasista sistema victoriano. Lo circundaba al este Saint James Street, al oeste Hyde Park Corner, al norte Oxford Street y al sur Picadilly, con excursiones "a distritos rurales hacia casas de campo en Shropshire y otros deleitosos condados". En 1919 empieza la que será su serie de novelas y relatos más famosa, con My Man Jeeves; este personaje, Jeeves, un ayuda de cámara sagaz que saca siempre de aprietos a su atolondrado señor Bertie Wooster, víctima casi siempre de alguna conspiración de su tía Agatha para casarlo o hacerle abandonar la holganza, había aparecido ya, al igual que Bertie, en un relato corto dentro de la recopilación titulada The Man with Two Left Feet ("El hombre con dos pies izquierdos") de 1917. De toda la serie, en la que aparecen también curiosos personajes secundarios como Bingo Little, el cocinero Anatole, el club "Los Zánganos", "Tuppy" Glossop y tía Dalia y su refunfuñón marido, se puede destacar Muy bien, Jeeves de (1930).
Wodehouse fue asimismo autor, como letrista, de numerosas comedias musicales, junto a Cole Porter, Irving Berlin y George Gershwin, entre las que se pueden destacar O, Kay (1926) y Rosalie (1928), que se representaron fundamentalmente en los Estados Unidos, país en el que llevó a cabo gran parte de su producción.
En 1934, ya con gran éxito como escritor, y para evitar la doble imposición sobre sus ingresos, Wodehouse se traslada a vivir en Francia. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, en lugar de regresar al Reino Unido decidió permanecer en su casa en la costa de Le Touquet. En el verano de ese año, Wodehouse había ido a Oxford para ser nombrado doctor honoris causa y poco después de su regreso a Le Touquet[3] las autoridades alemanas le internaron, con casi sesenta años, como «extranjero enemigo», primero en Bélgica, luego en la Alta Silesia (ahora Toszek en Polonia).
Mientras Wodehouse estuvo internado, murió su hijastra Leonora. Liberado al cabo de un año, poco antes de cumplir los sesenta años, Wodehouse se alojó en el famoso Hotel Adlon de Berlín y se le propuso realizar una serie de cinco trasmisiones radiofónicas para sus aficionados en los Estados Unidos. Pensando que sería una buena oportunidad de demostrar que, a pesar de haber sido prisionero de guerra, había sabido mantener la moral alta («keep a stiff upper lip»).[10]
El gobierno británico, a pesar de tener un informe redactado por un alto cargo del MI5 que le exoneraba de traición, informe que no fue publicado hasta después de su muerte, le denunció como un colaboracionista nazi, y los medios de comunicación continuaron acusándole de traidor durante mucho tiempo.[11] Algunas bibliotecas públicas prohibieron sus libros e incluso algunos autores destacados, como A. A. Milne y Sean O'Casey, le criticaron duramente.[12] Otros autores, sin embargo, como Evelyn Waugh y George Orwell, este último en un conocido ensayo titulado «In Defence of P.G. Wodehouse» (julio de 1945) salieron en su defensa.[3]
Wodehouse, disgustado por el trato recibido por su país, nunca volvió al Reino Unido, y en 1955 obtuvo la nacionalidad estadounidense.
Entre sus novelas más importantes destacan: Amor y gallinas (1906, primera aparición de Ukridge), El hombre con dos pies izquierdos (1917), El inimitable Jeeves (1923, primera aparición de Jeeves y Bertie Wooster), ¡Adelante, Jeeves! (1925), Jim de Piccadilly (1928), Habla Mr. Mulliner (1929), Dinero a espuertas (1931) y la serie que se inicia con El castillo de Blandings (1935), en la que se describe con fina ironía la Inglaterra eduardiana rural, tradicional y aristocrática, inocente y optimista, que tanto gustaba al autor.
Stephen Fry, protagonista, junto con Hugh Laurie, de la serie televisiva Jeeves and Wooster, escribió en su prólogo a la antología What ho! The best of P. G. Wodehouse:
Wodehouse es un escritor muy dotado, sobre todo para el relato corto; sus complejas intrigas poseen una construcción impecable, casi matemática, exacta hasta el mínimo detalle, y resalta en ellas el manejo de un estilo inimitable, en el que luce el especial manejo del contraste entre la vulgaridad y la finura, una muy particular ironía y el dominio de la parodia literaria, así como un optimismo y joie de vivre a prueba de bomba. Sus esforzados traductores al castellano han sido entre otros muchos Manuel Bosch Barrett, Luis Jordá, Carlos Botet, Emilio Bertel... Se considera a P. G. Wodehouse como uno de los mejores humoristas ingleses junto a Jerome K. Jerome, Evelyn Waugh y Tom Sharpe. Una edición de sus obras completas es prácticamente imposible, ya que en más de setenta años de trabajo literario constante (1902-1975) Wodehouse no dejó pasar un día sin escribir algo, sus libros se publicaron de modo distinto en Inglaterra y en Estados Unidos, no ya con diferentes títulos, sino con modificaciones en el texto a veces muy sensibles y muchos aparecieron por entregas antes de constituirse en libros, con cambios entre estas versiones, fuera de que algunos cuentos se publicaron también por separado o solamente en revistas y varios son póstumos. Además escribió varias veces en colaboración y participó en obras teatrales y musicales, a veces en adaptaciones de sus propios relatos y adaptando relatos ajenos o colaborando en obras originales, y existe una gran cantidad de obras cortas, poemas y miscelánea que publicó en revistas.