La Ordenanza real del 13 de diciembre de 1698 sobre escuelas parroquiales fue una ordonnance royale promulgada por Luis XIV que obligaba a los padres a enviar a sus hijos a las escuelas parroquiales (écoles paroissiales), llamadas petites écoles ("pequeñas escuelas")[1] hasta la edad de catorce años.[2]
A partir de entonces las escuelas parroquiales se generalizaron.[3]
La decisión se produjo en el contexto del Edicto de Fontainebleau que revocaba el Edicto de Nantes, es decir, el fin de la tolerancia frente a los protestantes franceses (hugonotes) que se había mantenido en mayor o menor medida desde 1598. Su objetivo declarado era conseguir que los hijos de las familias anteriormente protestantes recibieran la misma educación religiosa que los de las familias católicas.[4]
La asistencia a estas escuelas era gratuita.[5] La financiación se encargaba a los habitantes de las poblaciones, a las congregaciones religiosas y a legos piadosos.[6] El maestro (maître d'école) recibía un pago de 150 libras, pago que sólo era de 100 libras en el caso de ser una maestra.[7] El alojamiento podía ser el de una casa parroquial (presbytère).[8]