La olfactofilia (del lat. olfacto ‘olfato’, y del gr. φιλία philía ‘amor’), también conocida como osmolagnia (del gr. osme ‘olor’, y lagneia ‘lujuria’), es una parafilia que consiste en la atracción o excitación sexual causada por olores que emanan del cuerpo humano, especialmente aquellos provenientes de las áreas sexuales o axilas.[1][2]
El austríaco Sigmund Freud, el padre del moderno psicoanálisis, usó el término osfresiolagnia para referirse al placer causado por los olores.[3]
Por su parte el Campbell's Psychiatric Dictionary incluye a esta parafilia dentro de las denominadas parosmias, es decir, las distorsiones del sentido del olfato.[4]
Artistas plásticos como Slava Mogutin o Johnny Alexandre Abbate han utilizado elementos que remiten al erotismo de la olfactofilia, como la representación de modelos con calcetines sucios.[5]