La expresión latina Non serviam equivale a "no serviré". La frase se atribuye generalmente a Lucifer, quien se dice que pronunció estas palabras para expresar el rechazo a servir a Dios en el reino celestial.
Hoy en día non serviam también se usa o conoce como lema por un número de grupos políticos, culturales y religiosos para expresar disconformidad o una opinión radical contra las creencias comunes y las estructuras organizativas aceptadas por la mayoría.
No existen referencias bíblicas sobre la caída de Lucifer que citen textualmente estas palabras.
Sin embargo, en la Vulgata (la traducción de la Biblia realizada por Jerónimo de Estridón [340-420]), el profeta Jeremías (626-586 a. C.) lamenta que el pueblo de Israel pronuncie «non serviam» para expresar su rechazo de Dios y el pecado capital de la soberbia.
En los tiempos modernos, los escritores del modernismo anglosajón utilizaron non serviam como expresión radical, aunque no limitada exclusivamente a cuestiones religiosas.[1]
El original frase hebrea es לֹא אעבוד [lô e’ĕvôd].[7]
Algunas Biblias inglesas tradujeron el hebreo lô e’ĕvôd como ‘no transgrediré’, lo que parece ser una lectura alternativa de algunos manuscritos. Esto es más probablemente un error de algún escriba israelita, porque la diferencia entre עבד (‘servir’ ) y עבר (‘transgredir’) es tan pequeña que para los copistas sería fácil confundir los términos.
La mayoría de las traducciones modernas literales en inglés (como la Revised Standard Version) prefieren ‘servir’ a ‘transgredir’ por motivos contextuales («no servir [a Dios]» expresa el pecado de la soberbia, mientras que «no transgredir [las leyes de Dios]» sería una virtud).