Non restraint (traducido al español como no coerción, o también no sujeción) es un principio rector y un concepto de tratamiento en la historia de la psiquiatría consistente en la renuncia a cualquier forma de contención física o mecánica en el tratamiento de los «insanos». Este principio fue la máxima aplicada por John Conolly en 1839 en el Hanwell Asylum de Inglaterra.
Aunque el término propiamente tal fue acuñado por Conolly para designar la forma de tratamiento que desde 1839 y por su iniciativa se aplicaba en el asilo de Hanwell y fue ampliamente descrito en una obra suya publicada en 1856,[1] el método tenía antecedentes en los principios del «tratamiento moral» que ya habían comenzado a aplicarse en otros contextos con anterioridad, en el Retiro de York (1796) por William Tuke, los principios aplicados por Abraham Joly en Ginebra (1787) o en Francia, por Philippe Pinel en 1798.[2]
El Hanwell Asylum era una institución de internamiento psiquiátrico privado y ciertamente no estaba al alcance de cualquiera, de modo que solo las familias de mayores recursos financieros podían acceder a estos servicios para internar a sus parientes. Para algunos analistas de la historia de la psiquiatría, estos desarrollos que tuvieron lugar en el siglo XIX en Inglaterra, si bien, por una parte, constituyeron un progreso técnico y teórico para la psiquiatría, también contribuyeron a ampliar la brecha entre los «locos pobres» y los «locos ricos», por otra. Las prestaciones psiquiátricas a nivel de salud pública continuaron aplicando medidas de coerción y castigo.[3]