No me mandes flores —cuyo título original en inglés es Send Me No Flowers— es una película de comedia de 1964 dirigida por Norman Jewison y protagonizada por Rock Hudson, Doris Day, y Tony Randall. Después de Pillow Talk y Lover Come Back, es la tercera y última película en la que colaboraron juntos los tres actores, también la menos conocida de la trilogía.
Send Me No Flowers | ||
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Ficha técnica | ||
Dirección | Norman Jewison | |
Producción | Harry Keller | |
Guion | Julius J. Epstein | |
Basada en | Send Me No Flowers de Carroll Moore y Norman Barasch | |
Música | Hal David | |
Fotografía | Daniel L. Fapp | |
Montaje | J. Terry Williams | |
Protagonistas |
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Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Estados Unidos | |
Año | 1964 | |
Género | Comedia romántica | |
Duración | 95 minutos | |
Idioma(s) | Inglés | |
Compañías | ||
Distribución | ||
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
El guion de Julius J. Epstein está basado en la obra teatral de Norman Barasch y Carroll Moore, estrenada en Broadway en 1960.[1] La canción del título es de Hal David y Burt Bacharach.
George Kimball (Rock Hudson), es un hipocondríaco que vive con su mujer Judy (Doris Day) que un día le cuenta que sus vecinos, los Bullard, van a divorciarse.
Mientras, Winston Burr (Hal March) le cuenta que se dedica a seducir mujeres recién divorciadas.
George visita a su doctor, Ralph Morrissey (Edward Andrews), y le escucha a escondidas hablando de un paciente a quién solo le quedan unas semanas de vida. George supone que Morrissey está hablando de él. Camino a casa le cuenta a su íntimo amigo, Arnold Nash (Tony Randall), que va a morir pronto.
Esa noche, George tiene pesadillas y decide encontrar un marido nuevo para Judy, lo que provoca todo tipo de absurdas situaciones.
La película ganó $9.129.247 en los EE. UU. (por servicios de información del Nash, LLC).
La película recibió peores críticas que las dos anteriores exitosas colaboraciones de Doris Day, Rock Hudson y Tony Randall. The New York Times, dijo que era una comedia con estilo e inventiva ágiles. "Y Norman Jewison ha dirigido con buen gusto, nunca es cruel o insensible con el tema de la muerte."[2]
Variety la encontró "falta de voltaje, risas u originalidad, comparada con las dos anteriores."[3]
Time Out informó que era una comedia amable ambientada en una encantadora área suburbana, pero que la parte final se viene abajo.[4]