Nico Roig (Barcelona, 1976) es un cantante, compositor y músico español. Hasta 2020 ha producido cuatro álbumes en solitario. También ha colaborado como guitarrista para varios proyectos musicales en Cataluña y también en Bruselas, donde ha vivido durante años.[1]
Nico Roig | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
1976 Barcelona (España) | |
Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Compositor, cantante, guitarrista, pianista, cantautor y músico | |
Años activo | desde 2007 | |
Géneros | Indian pop, rock progresivo, cantautor music y canción de autor | |
Sitio web | www.nicoroig.com y HTTP://www.nicoroig.com | |
Nico Roig estudió jazz y composición en su ciudad natal Barcelona, y desde el año 2000 continuó sus estudios en el conservatorio musical de Lieja.[2] Después vivió temporadas en la ciudad de Bruselas, donde participó en proyectos musicales como Os Meus Shorts y The Crappy Mini Band.[3] Con el último grupo realizó giras en Japón,[4] en Países Bajos, en Italia y en España.
En 2011 regresó a Barcelona. Grabó su primer álbum en solitario – Tonada del genoma humano – con la discográfica Amniótico Records, dirigida por Pau Vallvé. El álbum destacó con letras inquietantes y una cierta cantidad de humor . Dos años más tarde produjo el álbum Las mujeres macabras, donde elaboró su universo oscuro pero también inocente.[2] Junto a su carrera personal tocó la guitarra eléctrica en las giras de otros artistas como Pau Vallvé, Maria Coma y Raül Fernández Refree.[5] En 2014 también publicó el segundo álbum de Os Meus Shorts.[6]
Presentó su tercer álbum en 2016. Con las trece canciones de Vol.71 se alejó de su estilo de cantautor de los álbumes anteriores por unos arreglos más orquestales[7] y una música más experimental.[6] Críticos la compararon con el rock progresivo del Reino Unido.[8]
Nico Roig ha trabajado con composiciones de cine, incluyendo "Zumo de sandía" para la película del mismo nombre (2019).[9] Roig va después reutilizarlo en su cuarto álbum Yo siempre sueño que sí, que editó en el 2020. Por este disco experimentó con música tridimensional.[10]
La gira de Nico Roig, en la que se presentó este álbum de abril de 2020, se basó en la tecnología del audio en 360° y adoptó unas características muy especiales. La audiencia escuchaba los conciertos, que eran en formato 3D y sonido binaural, con auriculares, ya que el micrófono que utilizaban los músicos (KU 100 Dummy Head, de Neumann[13]) permite grabar la procedencia del sonido de forma excelente, a través de tecnología innovadora. Por eso, para poder experimentar este formato de audio, era preciso que los oyentes hicieran uso de auriculares.
El micrófono a través del cual cantaban en los conciertos, que fueron de pequeño formato y se realizaron principalmente en auditorios, tiene forma de cabeza humana y se ubica en el centro del escenario. De esta forma los artistas podían saber desde dónde debían tocar y los espectadores podían entender el paralelismo entre lo que veían y lo que sentían. Este tipo de audio permite diferenciar el grado en el que el sonido se sitúa entre derecha e izquierda, arriba y abajo, o lejano y cercano, y, por tanto. desde donde procede la música que generan los artistas. Así el público se puede poner en el sitio del autor mientras escribía el álbum.[14][15][16]
Parte de un sitio muy personal, que pasa de momentos oscuros a esplendorosos: "Cuando dices es honesto da mucha rabia, pero sí que hay algo real para mí, que a mí me hace llorar".[17] El videoclip de Roig, por ejemplo, muestra el fondo de este "lago profundo": "Una inmersión en los lados más oscuros de nosotros, donde encontrar finalmente una luz".[18]
Esta gira pasó por lugares como: el Auditorio de la Mercè (Gerona)[19]; el Auditorio de Barcelona (Barcelona)[20]; el Festival Griego, La Pedrera (Barcelona)[21] ; Teatro La Sala (Rubí )[22]; El Vapor[23] (Terraza); o La Atlántida de Vich.[24] En estos sitios Nico Roig presenta el álbum de mirada introspectiva, que parte de la esperanza y el humor. Acompañado por el dúo de voces Tarta Relena ( Marta Torrella y Helena Ros), con quien había grabado el disco, pasa por senderos espirituales y racionales, recorridos por quienes quieren conseguir amor, esperanza, y felicidad. Las sonoridades intangibles y desquiciantes llegan al público también de la mano de Lucía Fumero, Marina Herlop, Cote Fournier y Marco Morgione.[19][20][21][24]