Manuel Nemesio Vargas Valdivieso (Chancay, 19 de diciembre de 1849 - Lima, 18 de junio de 1921) fue un abogado, historiador y traductor peruano. Su obra histórica abarca los años iniciales de la República del Perú, hasta 1839. Fue padre del sacerdote e historiador jesuita Rubén Vargas Ugarte.
Nemesio Vargas | ||
---|---|---|
![]() | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
19 de diciembre de 1849 Chancay | |
Fallecimiento |
18 de junio de 1921 (71 años) Lima | |
Sepultura | Cementerio Presbítero Matías Maestro | |
Nacionalidad | Peruano | |
Familia | ||
Padres | Isidro Vargas y Santos Valdivieso | |
Cónyuge | Josefina Ugarte Ramos | |
Hijos | Rubén Vargas Ugarte | |
Familiares | Mario Vargas Llosa (sobrino-nieto) | |
Educación | ||
Educado en | Universidad Nacional Mayor de San Marcos | |
Información profesional | ||
Ocupación | Abogado, historiador, traductor | |
Afiliaciones | Club Nacional | |
Nació en Chancay, cerca de Lima, hijo de Isidro Vargas, quien fuera propietario de la hacienda Hornillos en el valle de Chancay;[1] su madre fue Santos Valdivieso. Fue tío abuelo del nobel de literatura Mario Vargas Llosa.
Cursó educación secundaria en el Seminario Conciliar de Santo Toribio (1863-1865) y en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe (1866-1867). . Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1868). En la Facultad de Jurisprudencia optó grado de Bachiller (1872) con una tesis sobre El internado, y se recibió como abogado.
Al iniciarse la guerra con Chile, se incorporó a la reserva; en la defensa de Lima concurrió a la Batalla de Miraflores (15 de enero de 1881), como segundo jefe del 14.° batallón; y al ser ocupada la capital por las tropas chilenas, se retiró a la sierra y pasó a establecerse en Chancay, donde trabajó en las explotaciones agrícolas de su padre. Allí reanudó las tareas humanísticas que le eran gratas; y con particular afán se dedicó al aprendizaje de lenguas extranjeras. Logró consolidar una posición independiente, que le evitó solicitar un empleo público y que al mismo tiempo le permitió escrutar en el pasado histórico, sin temor al descubrimiento y la exposición de la verdad.
Publicó:
También tradujo, de sus lenguas originales, a fray Agostino de Montefeltro (1895), Gotthold Ephraim Lessing (1896), William Shakespeare (1898), Silvio Pellico (1912) y Heidi de Johanna Spyri (1898).