José Ignacio Gentile (Montevideo, Uruguay, 27 de julio de 1990),[1] más conocido como Nate Gentile es un youtuber uruguayo-italiano dedicado a la divulgación de la informática y la tecnología.
José Ignacio Gentile | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
27 de julio de 1990 (34 años) Montevideo, Uruguay | |
Residencia | Barcelona | |
Nacionalidad |
Uruguaya Italiana | |
Lengua materna | Español | |
Información profesional | ||
Ocupación | Youtuber | |
Seudónimo | Nate Gentile | |
Sitio web | ||
Su canal de YouTube, activo desde 2016, cuenta con casi tres millones de suscriptores y está centrado en el análisis, montaje y modding de equipos y componentes de alto rendimiento. Antes de convertirse en creador de contenido a tiempo completo, trabajó como ingeniero de software en empresas de videojuegos y proyectos tecnológicos.
La revista Forbes lo ha incluido entre los 100 influencers más importantes de habla hispana en 2020, 2021 y 2022[2] y por los organizadores de la Euskal Encounter como una de sus estrellas invitadas y el «mayor experto en modding».[3]
Además, es fundador de una plataforma de formación tecnológica en línea llamada Mastermind y autor del libro Entiende la tecnología: Desde la caída de Megaupload hasta los secretos de la Inteligencia Artificial (Ediciones B, 2024)
Nate Gentile nació en Uruguay y desde temprana edad mostró un notable interés por la informática. Según su familia, a los dos o tres años ya experimentaba con antiguos ordenadores domésticos con MS-DOS que su padre llevaba a casa, llegando incluso a teclear antes que a escribir a mano.[4]
Desde pequeño, desarmaba y volvía a armar computadoras por pura curiosidad. Uno de sus primeros entretenimientos fue el videojuego Doom, al que llegó a conocer en profundidad. A los 9 o 10 años comenzó a aprender programación de forma autodidacta, utilizando libros técnicos que su padre –propietario de una empresa metalúrgica– había adquirido para sí mismo. Gentile devoró esos manuales, y perseveró hasta escribir sus primeras líneas de código en lenguajes como Visual Basic y Python durante su preadolescencia.[4]
En 2001, cuando tenía 10 años, su familia emigró de Uruguay a Europa debido a la crisis económica regional (el corralito argentino tuvo repercusión en Uruguay). Gracias a su ascendencia italiana, se establecieron en Verona (Italia), donde vivió hasta los 15 años. Allí continuó profundizando en informática: participó en un grupo de usuarios de Linux, a través del cual amplió sus conocimientos en software libre, hacking y ciberseguridad.
Durante la adolescencia, invirtió sus ahorros en libros de divulgación científica y tecnológica para seguir formándose de manera autodidacta. A los 15 años, su familia se mudó a Barcelona (España). El cambio dificultó su adaptación social, lo que lo llevó a abandonar temporalmente los estudios reglados. Sin embargo, más adelante retomó su formación técnica, inscribiéndose en un grado medio y luego en un grado superior en Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma. Finalmente, obtuvo también el título de ingeniero informático mediante estudios en línea.
Antes de cumplir la mayoría de edad, Gentile ya trabajaba como programador. A los 16 años, consiguió su primer encargo remunerado: el desarrollo desde cero de un software de planificación de recursos empresariales (ERP) para una compañía de ingeniería en Castelldefels, Barcelona. Este proyecto, logrado gracias a una recomendación de su padre, le brindó valiosa experiencia, aunque también le mostró las dificultades del sector: la empresa le pagaba un sueldo muy bajo (unos 380 euros mensuales) y terminó incumpliendo compromisos durante la crisis de 2008.
Hacia los 18 años, trabajó en el servicio de soporte informático de una gran empresa energética, atendiendo incidencias tecnológicas internas. Mientras cursaba el grado superior, fue testigo del auge de las aplicaciones móviles tras el lanzamiento del iPhone y Android.
Una influencia decisiva en su vida fue la película Piratas de Silicon Valley (1999), que dramatiza los comienzos de Bill Gates y Steve Jobs. Tras verla, Gentile se preguntó: “¿qué hago trabajando aquí?”. Esta reflexión lo motivó a renunciar a aquel empleo poco inspirador, decisión que incluso algunos compañeros aplaudieron, y a buscar un camino más alineado con sus aspiraciones creativas en el ámbito de la informática.
Hacia 2010, Gentile emprendió su propio proyecto creando una pequeña empresa de desarrollo web en un espacio de coworking en Barcelona. Apostó por el lenguaje Python —utilizando el framework Django— en lugar del tradicional stack LAMP (Linux, Apache, MySQL, PHP), priorizando la elegancia técnica sobre las soluciones más comunes de la época. Aunque Python le parecía “un lenguaje superbonito y elegante” en comparación con PHP, pronto descubrió que esta elección reducía la velocidad y rentabilidad en proyectos web comerciales.
Tras invertir muchos esfuerzos en varios sitios web —el primero de ellos para una empresa en Argentina, que le llevó mucho más tiempo del previsto—, comprobó que los ingresos no eran suficientes ni siquiera para cubrir el alquiler de la oficina compartida. Esta situación lo llevó a abandonar momentáneamente su emprendimiento y regresar al trabajo por cuenta ajena como desarrollador.
Gentile ingresó entonces como programador Python/Django en una empresa de telecomunicaciones en Barcelona, donde en ese momento había pocos candidatos con su perfil especializado. Aunque superó con éxito la prueba técnica y obtuvo el puesto, el salario era muy bajo. Después de un año con contrato temporal y sin recibir la promoción previamente acordada, decidió renunciar. Recibió una contraoferta con mejora salarial, pero ya había tomado la decisión de buscar nuevos horizontes.
Su siguiente paso fue en una empresa pequeña e innovadora de Barcelona, dedicada a proyectos tecnológicos vinculados a la Agencia Espacial Europea y a la neurociencia. Allí desarrolló software para iniciativas avanzadas de observación de la Tierra, entre otros proyectos científicos. Pese al atractivo tecnológico del entorno, Gentile permaneció apenas un año, ya que deseaba trabajar en un lugar donde la programación fuese el núcleo del negocio. Esta aspiración lo llevó a enfocarse en la industria de los videojuegos.
En 2013, se incorporó al estudio Gameloft Barcelona, uno de los referentes del sector en España. Con 25 años logró un puesto bien remunerado y participó como desarrollador online en títulos de éxito mundial, como Asphalt 8: Airborne y Gru: Mi villano favorito 2 – Minion Rush.[2]
No obstante, a pesar de haber alcanzado lo que en teoría era su “trabajo soñado”, comenzó a experimentar una profunda frustración y una sensación de falta de propósito. Al observar a compañeros veteranos en cargos superiores, se preguntaba si ese era el único futuro posible: “todo el día frente a la pantalla siendo... una pieza de un engranaje”, reflexionó. Esta desmotivación derivó en una depresión, por la cual buscó ayuda psicológica. Gentile ha hablado abiertamente sobre este período difícil, reconociendo que la falta de realización personal afectó su salud mental, y que la mejor “terapia” que encontró fue lanzarse a un nuevo proyecto que realmente le apasionara.
Buscando un cambio de rumbo, Gentile comenzó a construir un potente ordenador personal para gaming —en el que invirtió unos 2000 euros— y a consumir contenidos de diversos youtubers que seguía por entretenimiento. Admiraba a creadores en español como El Rubius o AuronPlay, pero sobre todo le fascinaron los canales de divulgación tecnológica en inglés, como Linus Tech Tips. Gentile identificó lo que consideraba una “segunda época dorada del PC gaming”: desde mediados de la década de 2010, los juegos de ordenador habían recuperado protagonismo (tras la caída en ventas debida a la piratería en los años 2000), y se vivía un renovado furor por optimizar equipos, adquirir periféricos especializados y compartir conocimientos técnicos en la comunidad gamer.
Este contexto lo inspiró a iniciar su propio canal de YouTube en 2016, inicialmente como un pasatiempo para hablar de hardware y videojuegos desde la perspectiva de un entusiasta con formación técnica. Gentile ha comentado que abrió el canal simplemente “para pasar el rato” mientras continuaba trabajando, sin imaginar que más adelante se convertiría en su ocupación principal.
Durante los primeros años, compaginó su canal con su empleo profesional. En 2016, mientras aún trabajaba en Gameloft, sus ingresos por YouTube eran modestos (entre 30 y 100 euros mensuales). Aun así, la creación de contenidos lo entusiasmaba: evitó centrarse en programación pura para producir vídeos más accesibles, como análisis de periféricos, explicaciones de componentes y recomendaciones de productos gaming dirigidos a un público amplio.
En 2017 publicó un vídeo sobre criptomonedas, titulado “¿Qué es Bitcoin?”, que se volvió viral al explicar de forma didáctica el entonces poco conocido proceso de minería digital. Para elaborarlo, Gentile estudió durante dos semanas el código fuente de Bitcoin y los fundamentos de la tecnología blockchain, debido a la escasa disponibilidad de buenos materiales sobre el tema, incluso en inglés. El esfuerzo tuvo recompensa: el vídeo acumuló millones de visitas (casi 3,6 millones hacia 2021) y le valió reconocimiento público, hasta el punto de que muchos lo identificaban como “el chico de los Bitcoin”.
A comienzos de 2018, Gentile decidió dar un giro definitivo a su carrera. Se mudó temporalmente a Dinamarca siguiendo a su entonces pareja, lo que coincidió con su salida de Gameloft. En Dinamarca trabajó como desarrollador web autónomo para distintos clientes —principalmente programando en Python— mientras continuaba creando vídeos en su tiempo libre, dedicando hasta 6-8 horas diarias al canal tras su jornada laboral. Durante los dos años que residió en ese país, el canal creció significativamente gracias a su dedicación intensiva, aunque aún no generaba ingresos suficientes como para vivir exclusivamente de YouTube.
En 2018 regresó a España (concretamente a Barcelona), enfrentándose a un nuevo comienzo tanto en lo profesional como en lo personal. Para entonces, el canal le generaba alrededor de 500 euros mensuales, y ni él ni su pareja tenían otra fuente de ingresos, lo que derivó en una situación financiera y emocional complicada. Finalmente, la relación de pareja se disolvió y Gentile tomó la decisión de dedicarse por completo a su carrera como creador de contenido.
Ese mismo año puso en marcha su propio proyecto educativo en línea, Mastermind, y comenzó a considerar YouTube y sus emprendimientos derivados como su ocupación a tiempo completo.
Desde entonces, Nate Gentile reside en Barcelona y ha consolidado su trayectoria como uno de los divulgadores de tecnología más influyentes en la comunidad hispanohablante.[5][6] Con el crecimiento de su audiencia, ha ampliado su equipo de trabajo y las instalaciones dedicadas a la producción de sus contenidos, al tiempo que diversifica sus proyectos profesionales en el ámbito de la informática.
Gentile creó su canal homónimo de YouTube en 2016, motivado por su pasión por el hardware y los videojuegos, así como por la escasez de contenido similar en español durante su juventud. Sus primeros vídeos se centraron en temas de informática accesible para el público general: análisis de periféricos, componentes de PC, reseñas de productos para gaming y trucos para mejorar la experiencia de juego. Según ha explicado, evitó inicialmente profundizar en la programación porque pretendía “hacer algo accesible”; como él mismo comenta, es más fácil hablar con amigos sobre las bondades de un ratón o teclado que discutir código fuente.
Con este enfoque cercano, Gentile combinaba divulgación y entretenimiento, revisando dispositivos como ordenadores portátiles, teléfonos inteligentes, accesorios e incluso gadgets curiosos, además de tratar videojuegos como Counter-Strike: Global Offensive o League of Legends.
Pronto amplió su oferta temática incluyendo explicaciones de conceptos técnicos más complejos. Un ejemplo notable fue su serie Todo sobre Linux, donde abordó en profundidad el sistema operativo GNU/Linux y sus ventajas. Estos vídeos de corte educativo tuvieron gran repercusión: profesores y alumnos de institutos le escribieron agradeciéndole el contenido, lo que evidenció el interés genuino que despertaban sus explicaciones detalladas.
Gentile atribuye el éxito de su canal a su formación técnica y a un estilo divulgativo honesto: se esfuerza por explicar temas complejos de forma sencilla pero rigurosa, aportando contexto histórico y fundamentos sólidos. En sus reseñas de hardware, por ejemplo, no se limita a opinar superficialmente, sino que describe el funcionamiento interno de los dispositivos y la trayectoria de los fabricantes, añadiendo valor educativo a sus análisis. Esta combinación le ha otorgado un perfil singular dentro del panorama youtuber tecnológico, al conjugar conocimientos de experto con un lenguaje asequible para entusiastas de todos los niveles.
Uno de sus vídeos más destacados fue el dedicado a Bitcoin y la criptominería (2017), donde abordó la pregunta “¿qué es eso de minar?”. Ante la falta de información clara sobre el tema, incluso en inglés, decidió investigar por cuenta propia: descargó el código original de Bitcoin y estudió durante dos semanas el funcionamiento de la cadena de bloques. El resultado fue un vídeo didáctico y pionero en español, que acumuló casi 3,6 millones de visualizaciones. Este trabajo no solo atrajo una gran audiencia (por un tiempo, Gentile comenta con humor que lo reconocían como “el chico de los Bitcoin”), sino que estableció un modelo en su canal de alternar contenidos prácticos (como montajes de PCs o recomendaciones de componentes) con contenidos divulgativos en profundidad sobre tendencias tecnológicas, ciberseguridad, software libre y otros conceptos clave en informática.
A medida que su canal crecía, Gentile mantuvo una postura firme en cuanto a la ética del contenido. Ha declarado que no acepta pagos de fabricantes a cambio de reseñas positivas, con el fin de preservar la independencia de sus análisis. Aunque al inicio experimentó con acuerdos de patrocinio, pronto los rechazó al ver que algunos implicaban condiciones que comprometían su objetividad. En su lugar, optó por monetizar mediante publicidad neutra y patrocinios coherentes con su línea editorial, sin interferir en sus valoraciones técnicas. Este enfoque transparente le ha permitido ganarse la confianza de su audiencia, que valora su sinceridad al “decir lo que realmente piensa” sobre cada dispositivo.
El canal Nate Gentile ha experimentado un crecimiento notable desde su lanzamiento. En octubre de 2020, Forbes España reportó que contaba con aproximadamente 1,36 millones de suscriptores.[1] Un año más tarde, a finales de 2021, superó los 2 millones. En 2022, Gentile se consolidó como uno de los mayores creadores tecnológicos en español, con más de 2,3 millones de seguidores, según la lista Forbes Best Influencers 2022. En 2023 alcanzó la marca de 2,5 millones, y hacia inicios de 2025 rozaba los 3 millones de suscriptores. Sus vídeos suman cientos de millones de visualizaciones, y su comunidad se caracteriza por un fuerte interés en informática y tecnología.
Entre los contenidos más populares de su canal, además del vídeo de Bitcoin, destacan sus proyectos extremos de hardware. Por ejemplo, documentó la construcción de un PC con refrigeración líquida por inmersión, diseñado especialmente para el creador Ibai Llanos y cuyo coste estimado fue de 50.000 euros. También presentó la fabricación artesanal de una réplica funcional del robot BB-8 de Star Wars, realizada íntegramente en metal, un proyecto que le tomó dos años completar. Estas iniciativas, publicadas tanto en su canal principal como en su canal secundario (enfocado en bricolaje), reflejan su capacidad para combinar entretenimiento con ingeniería avanzada y divulgación tecnológica.
Además de la creación de vídeos, Nate Gentile ha desarrollado emprendimientos paralelos relacionados con la educación y la fabricación de hardware personalizado:
Gracias a su popularidad, Nate Gentile ha colaborado con numerosas figuras y ha sido invitado a eventos tecnológicos de gran relevancia:
En pocos años, Nate Gentile ha pasado de ser un programador anónimo a convertirse en un divulgador internacionalmente conocido en el ámbito de la tecnología, acumulando galardones y reconocimientos que avalan su contribución a acercar la informática avanzada al gran público. Su trayectoria refleja la intersección entre pasión por el conocimiento, espíritu emprendedor y el poder de las nuevas plataformas de comunicación.
Gentile posee la doble nacionalidad uruguaya e italiana, esta última adquirida por su ascendencia y años de residencia en Italia durante la adolescencia. Actualmente vive en la provincia de Barcelona, España, desde donde gestiona sus proyectos. Mantiene un perfil relativamente discreto en cuanto a su vida privada; no obstante, ha compartido algunas facetas personales en entrevistas y en su propio canal. Es un aficionado al arte (en su niñez disfrutaba dibujando y tocando música) y a la ciencia en general, intereses que acompañan a su pasión central por la tecnología. De joven, por ejemplo, devoraba libros de historia y divulgación científica además de manuales de computación.
En cuanto a formación académica, aunque su camino profesional fue poco convencional, Gentile terminó obteniendo un título equivalente a ingeniería informática. Estudió ciclos formativos en programación en Barcelona y complementó su aprendizaje con cursos online hasta certificar oficialmente sus conocimientos en desarrollo de software. Sin embargo, él mismo ha restado importancia a los títulos formales (“la titulitis nunca me ha gustado”, llegó a decir) y es partidario de la educación práctica. En sus contenidos suele animar a la audiencia a aprender por cuenta propia y experimentar, reflejo de su propia experiencia autodidacta.
Gentile ha abordado públicamente el tema de la salud mental. Tras superar la depresión que sufrió al replantearse su carrera, se ha mostrado abierto a conversar sobre ese problema para desestigmatizarlo. En 2021 publicó un vídeo hablando de su experiencia y en entrevistas ha señalado que la vida de un youtuber puede ser mentalmente exigente, con altibajos de audiencia y presión constante por los algoritmos. Considera clave “tener los pies en la tierra” y recordar que el éxito en Internet es volátil, por lo que procura equilibrar su vida fuera de las redes y no descuidar su bienestar emocional.
En lo referente a motivaciones, Gentile ha expresado que todo su proyecto nace de una idea sencilla: compartir el conocimiento que a él le hubiese gustado tener en su infancia y juventud. Haber crecido en una época con recursos limitados para aprender informática le impulsó a crear contenido para las nuevas generaciones. Su lema implícito es democratizar la tecnología y mostrar que, con curiosidad y constancia, cualquiera puede entender el funcionamiento de los dispositivos y la ciencia que nos rodea. Esta filosofía personal es la que sigue guiando su trabajo y explicaría, en gran medida, el impacto que ha logrado como divulgador.