Los nasáridos (Nassariidae), comúnmente conocidos como caracoles de barro, son una familia de gasterópodos marinos y dulceacuícolas de tamaño pequeño a mediano. En ambiente marino, habitan en sedimentos arenosos o fangosos[1][2] y se distribuyen desde la zona intermareal hasta la nerítica e incluso a mayores profundidades.[2]
Nassariidae | ||
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Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Mollusca | |
Clase: | Gastropoda | |
Orden: | Neogastropoda | |
Superfamilia: | Buccinoidea | |
Familia: |
Nassariidae Iredale, 1916 (1835) | |
Las distintas especies dentro de esta familia, tienen una morfología de concha, dientes y un comportamiento característicos.[2] Si bien no existe en la actualidad una sinapomorfía morfológica que sea específicamente útil para definir a los nasáridos,[1] se suele utilizar caracteres de la rádula[3] y también pueden aplicarse algunas de estas principales características:[1]
Particularmente, en especies de Reticunassa, hay presentes una protoconcha planctotrófica compleja y ornamentada. El adulto es pequeño, no excediendo los 8mm y la escultura secundaria en espiral en la teleoconcha.[1] Para las especies de Nassarius, presentan protoconcha aquillada con especies de desarrollo larvario planctotrófico.[1] Algunas especies pueden presentar dimorfismo sexual.[3]
Se distribuyen a lo largo de todo el mundo, con gran diversidad de especies en todas las regiones y mares, siendo muy diversos en regiones tales como el indo-pacífico y el mediterráneo, además de rodear las costas de Europa, América, África, Australia y Nueva Zelanda.[2][1]
Habitan comúnmente tanto fondos blandos como en costas rocosas.[1]
Los miembros de esta familia tienen un tipo de alimentación carroñera.[1]
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