Nahuel 1A fue un satélite de comunicaciones geostacionario argentino, que fue construido por Dornier Satellitensysteme (de Alemania) y Aérospatiale (de Francia), siendo el segundo satélite geoestacionario de telecomunicaciones de capital privado en el mundo, luego del PanAmSat en Estados Unidos.[1] Estaba ubicado en la posición orbital de 72 grados de longitud oeste y fue operado inicialmente por Nahuelsat y desde 2006 por AR-SAT. El satélite se basa en la plataforma Spacebus-2000. El mismo fue retirado del servicio y enviado a la órbita cementerio en abril de 2010.[2]
Nahuel 1A | ||
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Tipo de misión | Comunicaciones | |
Operador |
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ID COSPAR | 1997-002B | |
no. SATCAT | 24714 | |
ID NSSDCA | 1997-002B | |
Duración planificada | 12 años | |
Duración de la misión | 10363 días y 1 hora | |
Propiedades de la nave | ||
Modelo | Spacebus-2000 | |
Fabricante |
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Masa de lanzamiento | 1790 kg | |
Comienzo de la misión | ||
Lanzamiento | 31 de enero de 1997 | |
Vehículo | Ariane 44L | |
Lugar |
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Parámetros orbitales | ||
Sistema de referencia | Geoestacionaria | |
RAAN | 72° Oeste | |
Transpondedores | ||
Área de cobertura | América | |
Operó desde la estación terrestre de Benavídez en la provincia de Buenos Aires. El satélite fue lanzado con éxito al espacio el 31 de enero de 1997, a bordo de un cohete Ariane 44L desde el Puerto espacial de Kourou en la Guayana Francesa, junto con el GE-2. Tenía una masa de lanzamiento de 1.790 kg. Su esperanza de vida estimada fue de 12 años.[3] Fue equipado con 18 transpondedores en banda Ku que cubrían América.[4]
Nahuel 1A también fue el inicio del programa espacial de Uruguay, ya que era utilizado por la estatal Antel para los servicios de telecomunicaciones uruguayos.[5][3]
Su lugar fue ocupado en octubre de 2014 por el satélite ARSAT-1. El gobierno argentino de la época publicitó a éste y al ARSAT-2 como satélites enteramente nacionales. En verdad, más del 60% de los componentes claves -propulsión, carga útil, sensores, antenas- eran importados, e incluso dentro del 30% que corresponde al aporte argentino, muchos equipos (paneles solares, computadoras, chips resistentes a la radiación) también eran de origen extranjero.[1]