Las murallas urbanas de Puebla de Sanabria son el recinto amurallado medieval y moderno que protegió la villa de Puebla de Sanabria (Zamora, ). Su desarrollo se articuló en dos grandes fases: un primer cinturón medieval (XII–XIII) en torno al caserío alto del promontorio y una modernización abaluartada (XVII) que amplió y adaptó las defensas a la artillería en el contexto de las guerras con Portugal (1640–1668). En la actualidad se conservan diversos lienzos —sobre todo junto al castillo y en los flancos este y norte— además de restos integrados en edificaciones del casco histórico.[1][2]
Murallas urbanas de Puebla de Sanabria | ||
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![]() Tramo y toponimia de la calle de la Muralla del Pozo, en el flanco septentrional del recinto. | ||
Ubicación | ||
País |
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Comunidad |
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Provincia | Zamora | |
Ubicación | Puebla de Sanabria | |
Características | ||
Tipo | Muralla urbana / recinto amurallado | |
Parte de | Sistema defensivo histórico de Puebla de Sanabria (recinto urbano), vinculado al Castillo de los Condes de Benavente | |
Materiales | Mampostería de pizarra y canto con mortero de cal; refuerzos y terraplenes de época moderna | |
Perímetro | Variable por fases; mayor desarrollo en el recinto moderno (XVII) | |
Estado | Conservación parcial; tramos emergentes y paramentos integrados en el caserío | |
Uso actual | Defensa urbana, control de accesos y fiscalidad (portazgo) | |
Historia | ||
Construido | Fines del XII–XIII (recinto medieval); ampliaciones y refuerzos en el XVII (recinto abaluartado) | |
Aunque integradas en un mismo sistema defensivo, las murallas urbanas son un elemento distinto del Castillo de los Condes de Benavente, fortaleza señorial del XV en la cumbre del espigón rocoso. Las murallas descendían por las laderas y cerraban la villa, con puertas y torreones; el castillo actuaba como núcleo militar superior y control señorial.[1] Para época moderna, el sistema se completó con defensas exteriores como el Fuerte de San Carlos.[3]
El casco histórico se asienta sobre un promontorio rocoso que domina el interfluvio de los ríos Tera (al este) y Castro (al norte), con el arroyo Ferrera cerrando por el oeste, una posición estratégica que explica su vocación defensiva y de control de comunicaciones entre la Meseta y Galicia.[4]
La consolidación de la villa y su fortificación se vinculan a la política repobladora leonesa y a la carta puebla de Alfonso IX de León (1220). El primer recinto se data entre finales del XII y el XIII; en los siglos bajomedievales se documentan puertas y torreones que controlaban el acceso y el cobro de portazgo.[1][2] Durante la Edad Moderna, tras 1640, se ejecutó una ampliación y modernización de la cerca, configurando un segundo recinto de traza abaluartada con baluartes, foso y taludes de tierra, que incorporó el arrabal inferior y reforzó los flancos más expuestos.[1]
El recinto medieval presentaba mampostería de pizarra trabada con mortero de cal, planta irregular adaptada a la topografía y torreones (cuadrados y cilíndricos) a intervalos. Se conocen al menos dos puertas principales: la de Enmedio o de la Villa (sector sureste, hacia la actual Rúa) y la Principal (noroeste, próxima al castillo), hoy desaparecidas. En el lado norte se conserva una entrada en recodo —pasillo amurallado de unos 15 m de largo y 3 m de ancho—, única puerta histórica íntegra según la bibliografía local y divulgativa.[2][5]
El recinto moderno (XVII) añadió baluartes y foso y superpuso taludes y troneras sobre lienzos medievales, con nuevas puertas como San Francisco (este) y Arrabal (sur), en relación con el Fuerte de San Carlos —fortín exterior para cubrir el flanco sur—.[6]
Los estudios arqueológicos han priorizado el Fortín de San Carlos (limpieza, sondeos y planimetría histórica), confirmando su función de padrastro que protege la puerta meridional de la plaza y su configuración con baluartes en las esquinas y foso tallado en el sustrato.[7] En el recinto urbano se han realizado controles arqueológicos asociados a obras de consolidación.
En 2022–2024 la Junta de Castilla y León ejecutó la restauración del tramo denominado Muralla del Mariquillo (cara norte), con estabilización de paramentos, drenajes y pavimentación del entorno, compatibilizando los trabajos con la documentación arqueológica.[8][9]
Se conservan lienzos relativamente continuos junto al castillo y en los sectores este y norte; en el oeste y zonas centrales aparecen tramos fragmentarios entre el caserío.[1] Los restos son visitables en exterior; se avanza en su consolidación y puesta en valor con señalética y difusión turística local.[10]
El Conjunto Histórico de Puebla de Sanabria fue declarado Bien de Interés Cultural por el Decreto 62/1994, de 11 de marzo (Junta de Castilla y León), publicado en el BOE el 15 de abril de 1994.[11] El conjunto defensivo queda además amparado por la declaración genérica de 22 de abril de 1949 sobre los castillos españoles y por la Ley 16/1985, de Patrimonio Histórico Español.[12]