Moritz Pasch (1843-1930) fue un matemático alemán de origen judío especializado en geometría, el primero en describirla de forma puramente axiomática.
Moritz Pasch | ||
---|---|---|
Información personal | ||
Nacimiento |
8 de noviembre de 1843 Breslavia (Reino de Prusia) | |
Fallecimiento |
20 de septiembre de 1930 Bad Homburg (Alemania) | (86 años)|
Nacionalidad | Alemana | |
Educación | ||
Educado en | ||
Supervisor doctoral | Heinrich Schröter | |
Información profesional | ||
Ocupación | Matemático, profesor universitario y lógico | |
Área | Geometría | |
Empleador | Universidad de Giessen | |
Pasch empezó estudiando química en la Universidad de Breslavia, pero pronto se cambió a las matemáticas a sugerencia de su profesor, Heinrich Schröter, quien finalmente dirigió su tesis doctoral (1865).[1] Después de un tiempo en Berlín, donde estudió con Karl Weierstrass y Leopold Kronecker, consiguió su habilitación docente en la Universidad de Giessen en 1870.
Toda su carrera académica (1870-1911)[2] se desarrolló en esta universidad,[3] siendo profesor extraordinario a partir de 1873, profesor titular a partir de 1875 y catedrático a partir de 1888, en sustitución del difunto Heinrich Baltzer. También fue decano de la facultad en 1883 y rector de la universidad en 1893-94.
En 1911 se retiró de la docencia, pero continuó una activa investigación. Murió durante un viaje de vacaciones.
A Pasch se le debe la primera axiomatización moderna de la geometría.[4] En su libro Vorlesungen über die neuere Geometrie (Lecciones sobre geometría moderna) (1882, 2.ª ed. 1926), basado en las clases que había estado dando desde 1873,[5] declara su intención de establecer explícitamente todos los conceptos y proposiciones básicas de la geometría proyectiva (axiomas), derivando de ellos todos los resultados de la disciplina de forma estrictamente lógica[6][7] e insistiendo en la idea de que el conjunto de axiomas tiene que ser completo.[8] En este aspecto es el antecedente más directo de la axiomatización (hoy considerada canónica) hecha por David Hilbert unos años más tarde (1899).