Bajo la denominación de moralistas franceses se engloba un grupo heterogéneo de pensadores franceses de los siglos XVII y XVIII. Se trata de una corriente que surge con Montaigne (1533 - 1592) y que culmina junto con la Ilustración.[1]
Moralistas no en el sentido de defensores de una moral conservadora, sino, antes bien, de la crítica de las costumbres[2] (mores), estos fueron agudos observadores de la mentalidad y el espíritu de su época. Entre los moralistas franceses más destacados se encuentran:[3][4]