Montes de Toledo es el nombre que recibe una cordillera en la submeseta sur de la península ibérica, formada por varias sierras que separan la cuenca del Tajo de la del Guadiana. Tienen una longitud máxima de este a oeste de unos 350 km. El pico Villuercas, con una altura de 1603 m sobre el nivel del mar, es la cumbre más elevada del sistema montañoso.
Montes de Toledo | ||
---|---|---|
![]() Los Montes de Toledo a la altura de Retuerta del Bullaque. | ||
Ubicación | ||
Continente | Europa | |
Península | Península ibérica | |
Región | Meseta sur | |
País | España y Portugal | |
División | Castilla-La Mancha, Extremadura, Alto Alentejo | |
Coordenadas | 39°22′48″N 4°29′30″O / 39.38, -4.4917 | |
Características | ||
Tipo | Cordillera | |
Subsistemas | Sierra de San Mamés, sierra de San Pedro, sierra de Montánchez, sierra de Guadalupe, sierra de Altamira, Montes de Toledo, sierra de la Calderina | |
Longitud | 350 km | |
Anchura | 100 km, 50 km de media | |
Cota máxima | 1603 m s. n. m. | |
Cumbres | Pico Rocigalgo (1448 m s. n. m.) | |
Geología | ||
Periodo | terciario | |
Tipos de roca | roca sedimentaria | |
Mapa de localización | ||
Se trata de una estructura rejuvenecida por la orogenia alpina, pero a diferencia del sistema Central, no son bloques levantados y hundidos, sino que es un relieve apalachense puesto al descubierto tras la intensa erosión que afectó a la zona después de la orogenia. Son, pues, crestones cuarcíticos de una altura uniforme, en torno a los 1400 m sobre el nivel del mar, que no han sido afectados por la erosión glaciar.
Pero aún hay otro elemento paisajístico destacable en estos montes, y son las numerosas pedrizas (también llamadas casqueras o canchales) que se pueden observar por doquier en las laderas. Con su típica forma de abanico, y casi desprovistas de vegetación son, en realidad, grandes cúmulos de cantos angulosos de cuarcita formados en series muy frecuentes de congelación y deshielo. Estos cantos se encuentran sueltos, sin matriz que los una y sin suelo desarrollado, por lo que aparecen desnudos, como grandes manchas blancas entre la vegetación. Sin embargo, al acercarnos, comprobaremos que sobre ellas se desarrollan comunidades pioneras de líquenes y musgos que los salpican de multitud de colores, y que, además, albergan plantas típicas de roquedo, como los ombligos de Venus, por ejemplo.
De los Montes de Toledo parten ríos como el Algodor y el Almonte, afluentes del río Tajo por la izquierda, y el Amarguillo, afluente del Guadiana por la derecha. Incluye el paraje protegido del parque nacional de Cabañeros. Los Montes de Toledo dan nombre a una comarca de la provincia de Toledo y a otra de la provincia de Ciudad Real, que son colindantes.
Dentro de la cordillera de los Montes de Toledo se pueden distinguir diferentes zonas o sectores:
Al oeste de la formación montañosa se encuentran las sierras centrales extremeñas:
El clima de la cordillera varía significativamente según la zona. En el sector castellano-manchego impera un clima mediterráneo continental con grandes oscilaciones térmicas entre estaciones. Sin embargo, en el cuadrante extremeño y portugués de la cordillera el clima es puramente mediterráneo debido a la escasa altitud. En este sector las temperaturas son más suaves en invierno y muy cálidas en verano.
En cuanto a la pluviometría, también se observan diferencias geográficas. Existen unos máximos de precipitación en la zona más occidental de la cordillera debido a la mayor influencia de las borrascas atlánticas. Por ejemplo, la portuguesa sierra de San Mamés posee cantidades de lluvia de cerca de 1000 l/m² año, mientras que en la comarca de La Mancha toledana se dan los mínimos de pluviosidad, cuyos totales de precipitación anual pueden no llegar a los 400 l/m² año.[1]
Los Montes de Toledo constituyen un corredor ambiental de características similares que une La Mancha con Portugal.[cita requerida]
Predomina en toda la cordillera el bosque mediterráneo; destacando las encinas, los alcornoques y los melojos. En cuanto a las coníferas, el pino rodeno forma extensos bosques monoespecíficos. También abundan los sectores de sauces, álamos, eucaliptos y castaños aunque están más localizados. Entre los arbustos olorosos destacan la jara, la lavanda, el tomillo y el romero.
En cuanto a la fauna se pueden observar una gran variedad de mamíferos como el topillo, la musarañita, la rata de agua, el lirón careto, el gato montés, el ciervo, el corzo, el jabalí, el tejón, y destaca el lince ibérico, especie en peligro de extinción.[2][3]
Entre los reptiles se pueden mencionar la lagartija ibérica, el lagarto ocelado, la culebra de escalera y la víbora hocicuda.
La población de aves es de gran importancia, tanto es así que el área protegida del parque nacional de Cabañeros, la sierra de San Pedro y la sierra de las Villuercas fueron declaradas como zonas de especial protección para las aves. Las más abundantes son las rapaces: el cernícalo, el buitre leonado, el águila imperial, el búho real o el halcón peregrino, entre otros. También nidifican en la cordillera el picapinos, el chotacabras, la abubilla, la garza real y la escasa cigüeña negra.
En los ríos de los montes viven especies como la trucha y el reo, también algunas amenazadas como el cangrejo de río europeo están presentes en ríos como el Pusa.