El monte (del latín mons y montis), desde el punto de vista biogeográfico, es un terreno no urbano y sin cultivar en el que hay vegetación. Esta vegetación puede estar formada por árboles, arbustos y hierbas.
Según su vegetación pueden ser:[1]
Técnicamente en selvicultura[2] se define:
Un monte es, de acuerdo con la Ley de Montes (Ley 43/2003, de 21 de noviembre de 2003, BOE 280 de 22 de noviembre de 2003) "todo terreno en el que vegetan especies forestales arbóreas, arbustivas, de matorral o herbáceas, sea espontáneamente o procedan de siembra o plantación, que cumplan o puedan cumplir funciones ambientales, protectoras, productoras, culturales, paisajistas o recreativas[3].
Tienen también la consideración de monte:
No tienen la consideración de monte:
El monte es una ecorregión de la Argentina con predominio de vegetación de arbustos ubicada en la diagonal árida de América del Sur desde el sur de la Puna hasta el golfo San Matías. Se subdivide en dos subregiones:
En Perú y Bolivia, monte es una referencia del habla popular a las áreas montañosas no habitadas de bosques y arbustos. En el Perú suele ser una equivalencia a la llamada región de la selva alta, cuya parte más elevada (monte chico o bosque enano) presenta árboles de porte menor y arbustos. En Bolivia suele ser equivalente a los bosques de los Yungas, mientras ceja de monte se refiere a la parte más elevada del bosque andino.
Vegetación que crece en zonas donde hay humedad o un suelo fértil, se compone de pequeños arbustos y normalmente son cortados para evitar que estos crezcan demasiado y para mejorar el aspecto del suelo. Este tipo de vegetación resulta el escondite de diversos insectos, como el jumil o chinche de monte.