Un monema es una secuencia o unidad mínima formada por fonemas que provoca cambios de significado sistemático y regular allí donde se añade o aplica. Por ejemplo, la palabra "ala" está formada por un solo monema; sin embargo, la palabra "alón" está formada por dos monemas, el primer monema "ala", seguido del monema "-ón".
Una definición clásica y no tan explícita es que un monema es la unidad mínima de significado de la lengua o de la primera segmentación o articulación. Informalmente se dice que son también las unidades mínimas que componen la palabra en la gramática (aunque entonces debemos explicar que significa aquí componer, cuando no se trata de monemas segmentales).[1][2]
La condición de minimalidad semántica, hace que los monemas, como unidades abstractas, no puedan dividirse en partes que tengan contenido semántico, aunque sí pueden descomponerse generalmente en otro tipo de unidades menores como los fonemas (que no tienen interpretación semántica pero sí interpretación y realización fonética).
En todas las lenguas existen monemas que se realizan como una secuencia de unos pocos fonemas, que se añaden a las palabras o secuencias de lexemas y morfemas. Este tipo de monemas que se realizan como secuencias contiguas de fonemas se llaman monemas segmentales. Algunas lenguas, como por ejemplo las lenguas semíticas, tienen además de morfemas segmentales, procedimientos más complejos que la simple adición de afijos o desinencias. Estos monemas no segmentales se realizan por ejemplo mediante la variación del esquema vocálico de la palabra o la aplicación simultánea de fonemas a principio y final de otra secuencia (a veces se llama a este tipo de monemas, morfemas discontinuos).
Hay dos tipos de monemas según la autonomía y la capacidad de ser interpretados semánticamente: