Mercedes Salisachs Roviralta (Barcelona, 18 de septiembre de 1916 - ibídem, 8 de mayo de 2014)[3] fue una escritora española. Su novela La gangrena obtuvo el Premio Planeta en 1975.
Mercedes Salisachs | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Mercedes Salisachs Roviralta | |
Nacimiento |
18 de septiembre de 1916 Barcelona, España | |
Fallecimiento |
8 de mayo de 2014 (97 años) Barcelona, España | |
Nacionalidad | Española | |
Familia | ||
Cónyuge | José María Juncadella Burés (1935-1993)[1] | |
Hijos |
José María (1936) Miguel (1937-1958) Mercedes (1940) Guiomar (1942) Javier (1947)[2] | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escritora | |
Años activa | 1940-2014 | |
Seudónimo | María Ecín y Mercedes Salisachs | |
Géneros | novela, cuentos, teatro | |
Distinciones |
Premio Ciudad de Barcelona (1956) Premio Planeta (1975) Premio Ateneo de Sevilla (1983) Premio Fernando Lara (2004) Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio (2009) | |
Salisachs descendía de una familia barcelonesa acaudalada.[4] Hija de un rico industrial barcelonés, Pedro Salisachs Jané, y de Sofía Roviralta Astul, recibió una educación esmerada y liberal-conservadora. Su padre vendió la fábrica de harina familiar y compró varios edificios en el Ensanche.[4] Su infancia transcurrió en un edificio del paseo de Gracia. Estudió peritaje mercantil en la Escuela de Comercio. En enero de 1935 se casó con un rico industrial, también perito mercantil, de la Casa Burés, que fallecería en 1993. Durante la guerra civil española estuvo refugiada, con su familia, en San Sebastián. Con su marido tuvo cinco hijos, el segundo de los cuales, Miguel, murió en un accidente automovilístico en Francia con tan solo 21 años, siendo la fuente de inspiración para una de sus más conocidas novelas, La gangrena, con la que obtuvo el Premio Planeta en 1975.
Trabajó como directora editorial de Plaza & Janés y como decoradora.[5]
Con una veintena de nietos y un buen número de bisnietos, también fue importante su aportación a la literatura infantil. En el año 2007, ya nonagenaria, aseguraba en una entrevista estar preparada para la muerte: «A mí la muerte no me asusta. […] Estoy preparada. Lo que quisiera es irme ya [risas]… Mira, mentalmente estoy bien, lo que no funciona es el cuerpo. Esta mano izquierda está muerta, debido a la médula. Cuando me levanto, todo me da vueltas. Tengo 91 años, estoy sorda como una tapia. Porque me han dado tantos antibióticos cuando empecé a estar enferma que me han destrozado. Y cada seis meses tienen que llevarme a la clínica para cambiarme un aparato que llevo en el riñón…»[4]
Fue una de las escritoras en activo más longevas del mundo.[6] Hablaba cinco idiomas y entre ellos no estaba el catalán.[7]
Falleció el 8 de mayo de 2014 en el Centro Médico Teknon de Barcelona a los 97 años.[8]
Empujada por un desasosiego que no sabía interpretar, empezó a escribir, en 1921, en un cuaderno con tapa de hule en la que había encolado una etiqueta donde decía La vida.[4]
Sobre su estancia en la capital donostiarra escribió un libro titulado San Marcial, 42. «Cuando volvimos a Barcelona, Editorial Juventud lo publicó. Pero era malísimo, igual que mis siguientes libros. Yo me daba cuenta y estaba preocupada…»,[4] recordaba la escritora en una entrevista concedida en el año 2007.
Escribió algunas historias románticas durante su adolescencia, aunque su primera novela publicada -de la que no se retractó- fue Primera mañana, última mañana (1955),[9] publicada bajo el seudónimo de «María Acín».[10]
Sufrió la intransigencia de la censura durante la dictadura franquista. Así, su obra La sinfonía de las moscas, escrita en 1958, no sería publicada por problemas con la censura hasta 1982.[11]
Su novela Entre la sombra y la luz (2007) cuenta los esfuerzos de un prestigioso cirujano que, después de fallecer en un accidente, acaba peregrinando por un lugar llamado el "Valle de los perdidos" (especie de limbo por donde deambulan las almas vagabundas y desorientadas que, como la suya, no merecen del todo alcanzar el cielo). Allí, intenta recuperar el amor de su viuda, que podría redimirle y conducirle al descanso definitivo.[4] Según aclara una nota al principio del libro, la protagonista de Entre la sombra y la luz, la viuda Juana, se inspira en "una gran escultora que fue una amiga inolvidable".[4] Esta novela de Salisachs tiene la curiosa y rara cualidad de ser a la vez y con naturalidad una novela realista y de fantasmas. No se nota cesura entre las andanzas de las almas en pena y los asuntos de notaría.[4] La autora recordaba diversas manifestaciones fantasmagóricas a las que ha asistido a lo largo de su vida, varias de las cuales, ligeramente transformadas, las ha incorporado al argumento de su libro.[4]
En su obra se percibe una preocupación constante por los problemas que afligían a la sociedad española en la época franquista, aunque su estilo no coincide con la generación del 50. Su obra es la voz de la burguesía acomodada que se encuentra en el grupo de vencedores y beneficiarios de la dictadura.[10]