Mercedes Abad Calvo (Barcelona, Cataluña, España; 3 de febrero de 1961) es una escritora, periodista y traductora española.
Mercedes Abad | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
3 de febrero de 1961![]() | |
Nacionalidad | España | |
Educación | ||
Educada en | ||
Información profesional | ||
Ocupación |
Escritora Periodista | |
Distinciones |
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Estudió en el Liceo Francés de su ciudad natal y después en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde se graduó en Ciencias de la Información.[1]
Desempeña su trabajo como periodista en diversos medios de comunicación. Además de escritora es traductora y profesora. Participa activamente en su entorno tanto en el mundo teatral, como cinematográfico, radiofónico y literario.[2]
Su carrera como escritora comenzó tras presentarse a una audición para el concurso de televisión Un, dos, tres.. Durante la prueba, se rompió el menisco y mientras se recuperaba de dicha lesión, escribió su primera novela.
El éxito le llegó con la publicación de su libro de cuentos Ligeros libertinajes sabáticos, al ganar el Premio La Sonrisa Vertical en 1986, siendo la primera escritora española en conseguirlos, de las tres que obtuvieron el galardón durante su existencia.[3][4]
Entre sus libros de relatos como Felicidades conyugales (1989), Soplando al viento (1995) y Amigos y fantasmas (2004) se destacó este último al recibir el Premio Mario Vargas Llosa al mejor libro de relatos del 2004.[5]
Escribió la novela Sangre (2000), La niña gorda (2014), y el ensayo humorístico Sólo dime dónde lo hacemos (1991). Además, es autora de diversas obras de teatro y de algunas adaptaciones, entre ellas, XXX, de la compañía La Fura dels Baus.[1] Ha colaborado como periodista en diferentes medios de comunicación y también ha trabajado de traductora. Es profesora de la Escuela de Escritura del Ateneo Barcelonés.[6]
Durante la pandemia mundial de COVID-19, manifestó que la situación "Para algunos ha sido una cárcel; para otros, la cueva del anacoreta o el marco de una rica vida introspectiva; y otros, que antes pasaban pocas horas en ella, se han dedicado a hacerle tratamientos de belleza ordenando, tirando trastos o haciendo bricolaje". Consciente de cómo el confinamiento cambió la percepción de los espacios habitados, escribió su novela ilustrada Casa en venta (2020), recogiendo su propia experiencia en esta historia de ficción.[7][8]