La enfermedad es más común en hembras cachorras. Es de rápida aparición. Las lesiones de la MEG están mayormente en la materia blanca del telencéfalo, espina dorsal, cerebelo, y médula espinal.[2] No se ha descubierto una causa infecciosa y es considerada como idiopática. Debido a que las lesiones recuerdan aquellas de la meningoencefalitis alérgica, la MEG es tomada como una enfermedad inmune, pero también es considerada una respuesta anormal frente a un agente infeccioso.[3] Un estudio sobre el ADN viral del herpesvirus canino, hepatitis infecciosa canina (hepatitis por adenovirus canino), y parvovirus canino en tejido cerebral de perros con MEG, con meningoencefalitis necrotizante, y leucoencefalitis necrotizante (ver abajo para las dos condiciones ulteriores), falló en encontrar alguna relación.[4]
Tipos de MEG
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Diseminada: esta es una enfermedad difusa a través del SNC. Fue previamente conocida como reticulosis inflamatoria. No hay una acumulación de monocitos (células mononucleares y granulocitos neutrófilos alrededor de los vasos sanguíneos (perivasculares) del SNC. La meningitis es vista con esta forma de MEG y causa fiebre y dolor de cuello.[5] Hay una aguda progresión en pocos meses. Los síntomas incluyen incoordinación, nistagmo, acufenos, ataques, y depresión.[3]
Focal: presenta granuloma, que se parece a un tumor. Se lo encuentra usualmente en cerebro o en cerebelo.[6] Los síntomas pueden ser agudos o desarrollarse lentamente por muchos meses y depender del lugar de la lesión.[5]
Ocular: es una forma infrecuente de MEG y es caracterizada por ceguera repentina causada por neuritis óptica. Enfermedad bilateral. La MEG ocular es considerada una extensión de la enfermedad del SNC. Los vasos sanguíneos del segmento posterior del ojo y la uvea anterior tienen las mismas infiltraciones de células inflamadas como los vasos intracraneales. Uveítis, desprendimiento de retina, y glaucoma secundario pueden verse.[7][8]
La encefalitis del Dogo (EPD) es una forma crónica de MEG. También conocida como meningoencefalitis necrotizante. La enfermedad es inherente a Carlinos, Malteses, y Yorkshire Terriers.[6] Difiere en patología de MEG por presentar una mayor destrucción de los tejidos y un incremento en los eosinófilos. En bichones malteses y en carlinos hay extensas necrosis e inflamaciones de la materia gris del cerebro y materia blanca subcortical. Los síntomas más comunes tempranos se relacionan con enfermedades del prosencéfalo e incluye ataques y demencia, y más tarde nistagmo. En Yorkies, Chihuahuas, y Shih Tzus hay severas inflamaciones mononucleares cerebrales y de la materia blanca del sistema ventricular cerebral. Debido a que en estas razas sólo se afecta la materia blanca, se la llama leucoencefalitis necrotizante. Predominan los síntomas de enfermedad cerebral y del sistema ventricular central.[10] En ambos tipos, los corticosteroides pueden mejorar los síntomas, pero por lo general el can muere de esta enfermedad.[6]
Otros tipos de meningoencefalitis no infecciosa
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La meningoencefalitis de respuesta a esteroides es una meningoencefalitis no infecciosa que responde bien a corticosteroides y usualmente tiene una excelente prognosis. Representan formas medias de MEG o PDE, pero hay dos condiciones separadas reconocidas también.
Meningitis/arteritis que responde a esteroides , también conocida como vasculitis necrotizante, más vista en jóvenes menores de dos años de Beagles, Bóxers, Sennenhunds, Pointers.[11] En muchos casos hay fiebre, pérdida de apetito, severo dolor de cuello sin otros síntomas neurológicos, a veces casos muy largos presentan incoordinación, debilidad de miembros o parálisis. Los análisis CSF muestran predominantemente neutrófilos. En Beagles esta condición es también conocida como Síndrome doloroso del Beagle.[3]
Meningoencefalitis eosinófilica ataca predominantemente a Golden Retrievers.[11] Los análisis de CSF muestran predominantemente eosinófilos.
Una progresiva y aguda Meningoencefalomielitis piogranulomatosa vista en Pointers adultos. Hay infiltración monocítica y neutrofílica de las leptomeninges. Los síntomas incluyen incoordinación, reluctancia a moverse, y rigidez de cuello.[12]
↑Miro, Ana Cloquell; Pampliega, Isidro Mateo (julio - agosto 2012). «Meningoencefalitis de origen desconocido en el perro». Revista de la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AXÓN COMUNICACIÓN) (52): 4-8. ISSN1697-6959. Archivado desde el original el 16 de junio de 2013. Consultado el 25 de marzo de 2017.
↑Suzuki M, Uchida K, Morozumi M, Yanai T, Nakayama H, Yamaguchi R, Tateyama S (2003). «A comparative pathological study on granulomatous meningoencephalomyelitis and central malignant histiocytosis in dogs». J Vet Med Sci65 (12): 1319-24. PMID 14709820.
↑ abcVite, C.H. (2005). «Inflammatory Diseases of the Central Nervous System». Braund's Clinical Neurology in Small Animals: Localization, Diagnosis and Treatment. Consultado el 15 de febrero de 2007.
↑Schatzberg S, Haley N, Barr S, de Lahunta A, Sharp N (2005). «Polymerase chain reaction screening for DNA viruses in paraffin-embedded brains from dogs with necrotizing meningoencephalitis, necrotizing leukoencephalitis, and granulomatous meningoencephalitis». J Vet Intern Med19 (4): 553-9. PMID 16095173.
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↑Gelatt, Kirk N. (ed.) (1999). Veterinary Ophthalmology (3 edición). Lippincott, Williams & Wilkins. ISBN0-683-30076-8.
↑Vernau, William (2005). «Cerebrospinal Fluid Analysis in Dogs and Cats» (PDF). Proceedings of the 50° Congresso Nazionale Multisala SCIVAC. Consultado el 18 de febrero de 2007.
↑Garosi, Laurent S. (2006). «CNS inflammatory (UK) problems: The neurologist’s viewpoint, clinical approach and treatment» (PDF). Proceedings of the 53° Congresso Nazionale Multisala SCIVAC. Consultado el 18 de febrero de 2007.
↑ abChrisman, Cheryl; Clemmons, Roger; Mariani, Christopher; Platt, Simon (2003). Neurology for the Small Animal Practitioner (1st ed. edición). Teton New Media. ISBN1-893441-82-2.
↑«Meningitis and Encephalitis: Introduction». The Merck Veterinary Manual. 2006. Consultado el 15 de febrero de 2007.