El mate coquimbano es un estilo de mate fabricado en el siglo XIX en la zona cercana al puerto de Coquimbo en el norte de Chile.[1] El mate coquimbano suele estar hecho de una aleación de plata de baja calidad con escasa decoración con motivos geométricos o vegetales de cobre o bronce.[1] La plata utilizada se originó en el distrito minero de Chañarcillo,[1] donde tuvo lugar una fiebre de la plata en las décadas de 1830 y 1840.[2] Al ser más baratos que los mates de plata más pura y de oro, los mates coquimbanos eran comunes entre la población.[1]
A diferencia de muchos mates contemporáneos en Chile, que hasta entonces habían seguido estilos de moda europeos como el barroco y el neoclasicismo, el mate coquimbano tenía evidentes influencias mestizas.[3] Eran redondos, achatados, pequeños, con asas que simulan el cachito de las calabazas. Tenían grabados adornos florales o geométricos, realizados con la técnica del burilado. Una variante del mate coquimbano fue el cántaro, de forma cónica, con asas en forma de animal.[4] Con el tiempo, aspectos del estilo del mate coquimbano se difundieron en la vecina región andina de Argentina.[1]