Manuel Laranjeira

Summary

Manuel Laranjeira (Santa Maria da Feira, Mozelos, 17 de agosto de 1877 - Espinho, 22 de febrero de 1912) fue un médico y escritor portugués.

Biografía

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Manuel Laranjeira nació el 17 de agosto de 1877 a las 20:00 h en São Martinho de Moselos, actual Mozelos, municipio de Santa Maria da Feira, hijo de Domingos Fernandes, albañil, y Maria Francisca Laranjeira, empleada doméstica. Proveniente de una familia modesta, gracias a la herencia recibida de un tío brasileño, Manuel Laranjeira pudo completar sus estudios secundarios. En de esa época Los Filósofos (1898).

Desde muy joven, se dedicó a la poesía y al teatro, colaborando en diversas publicaciones periódicas, como Revista Nova, A Arte, A Voz Pública y O Norte, Arte e Vida (1904-1906),[1]​ escribiendo crónicas (ahora recopiladas) sobre temas tan diversos como política, crítica social, religión, literatura y otras artes, medicina, filosofía y educación.

En 1898, se instaló en Espinho, en el número 277 de la calle Bandeira Coelho (actual calle 19), y se matriculó en la Escuela Médico-Quirúrgica de Oporto, donde comenzó la licenciatura en Medicina. El prólogo dramático Mañana (1902) data de este período.

Tras graduarse en Medicina (1904), desarrolló intervenciones de carácter social y político. Así, lo vemos actuando políticamente, por ejemplo, en la Comisión de Propaganda del Centro Democrático de Espinho, y entrando en conflictos sociales, con artículos polémicos en la prensa, oponiéndose a los portugueses adinerados llegados de Brasil, o a los médicos de la Facultad de Medicina de Oporto, a quienes criticó duramente. Sus conferencias sobre biología y el drama Às Feras (1905) datan de esta época.

En 1907, comenzó su tesis doctoral, "A doença da Santidade", con la que obtuvo una calificación de 19 sobre 20. Viajó a Madrid, donde visitó el Museo del Prado y mostró interés en establecerse en París, donde se alojaba su amigo y pintor Amadeo de Souza-Cardoso. Manuel Laranjeira fue uno de los primeros en reconocer la calidad artística de Amadeu, a través de los dibujos que su amigo le envió, refiriéndose a él, mientras aún estudiaba en París, como "un artista en el sentido estricto del término".

En 1908, conoció a Miguel de Unamuno en Espinho e intercambió correspondencia con él. La correspondencia de Manuel Laranjeira (toda ella publicada y recopilada) con Unamuno, João de Barros, António Patrício, Afonso Lopes Vieira, Teixeira de Pascoaes, Teófilo Braga, Ramalho Ortigão, Amadeo de Souza-Cardoso, Pedro Blanco, entre otros, es extensa.[2][3]

Sin embargo, siendo aún joven, sufriendo los efectos de la sífilis nerviosa, decepcionado por la ineptitud de los políticos y por la falta de incentivos culturales en la vida cotidiana del país, sufrió crisis depresivas, oscilando su vida entre el placer y la profunda tristeza y el aburrimiento. Muchos de estos sentimientos moldearon su carácter, reflejado en sus escritos. Esta disposición se acentuó progresivamente y las crisis depresivas se agravaron.[3]

A las 11 de la noche del 22 de febrero de 1912, ya postrado en cama, deprimido y desesperado por la enfermedad, se suicidó disparándose en la cabeza.

Obra

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Autor de obras de teatro, narrativa, ensayos, conferencias, poemas y estudios sobre política, filosofía y religión, su actividad literaria comenzó tempranamente, siendo aún estudiante, como columnista en varias publicaciones periódicas de la época, entre las que destacan: Revista Nova[4]​(1901-1902), A Arte y O Norte. Fue amigo y corresponsal de varias figuras intelectuales prominentes, entre ellas Amadeo de Souza-Cardoso, con quien compartió muchas de sus ideas, y del poeta y filósofo español Miguel de Unamuno, amistades de las que se conserva una vasta correspondencia literaria, política y filosófica.[5]

Dotado de un conocimiento enciclopédico y de una vasta cultura literaria y artística (conocía al menos cinco idiomas, lo que le permitió leer en su idioma original los escritos que moldearon el espíritu del siglo XIX), Laranjeira poseía además un espíritu mordaz y directo, lo que lo llevó a intervenir en la vida de su país, presentándose como un espíritu permanentemente insatisfecho con la pequeñez de la sociedad y la cultura que lo rodeaban. En la actualidad, tiene dedicada una escuela en Espinho que lleva su nombre.

Además de algunas obras inéditas publicadas recientemente y otras reeditadas ocasionalmente, sus obras completas, incluida la colección de correspondencia y crónicas dispersas en la prensa de la época, están publicadas en dos volúmenes por ediciones ASA.[6]

Bernard Martocq le dedicó una tesis en la Universidad de Aix-en-Provence, tras algunas páginas de su estudio «Le pessimisme au Portugal (1890-1910)», sep. del volumen V (1972) de los Archivos del Centro Cultural Portugués (París).[7]

Referencias

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  1. Daniel Pires (1996). «Ficha histórica: Arte e Vida: Revista d'arte, crítica e ciência (1904-1906)». Dicionário da Imprensa Periódica Literária Portuguesa do Século XX (1900-1940) | Lisboa, Grifo, 1996 | pp. 71-72. Hemeroteca Municipal de Lisboa
  2. «CARTAS - Relógio D'Água» (en portugués de Portugal). Consultado el 27 de junio de 2025. 
  3. a b Fidelizarte. «Manuel Laranjeira». Portal da Literatura (en portugués de Portugal). Consultado el 27 de junio de 2025. 
  4. Pedro Mesquita (25 de junio de 2013). «Ficha histórica: Revista nova (1901-1902)». Hemeroteca Municipal de Lisboa
  5. Fidelizarte. «Manuel Laranjeira». Portal da Literatura (en portugués de Portugal). Consultado el 26 de junio de 2025. 
  6. «Edições ASA». www.asa.pt. Archivado desde el original el 28 de octubre de 2007. Consultado el 26 de junio de 2025. 
  7. Revista COLÓQUIO/Letras n.º 40 (noviembre de 1977). Para un análisis de COMIGO de Manuel Laranjeira, cfr. pág. 41