El manto de la Virgen del Pilar es la vestimenta que cubre la columna de la Virgen del Pilar que se venera en la Basílica del Pilar en Zaragoza.
Los mantos son piezas de tela generalmente enriquecidas con bordados, que embellecen la imagen que se encuentra dentro del camarín de la basílica-catedral. Por lo general, son donados por fieles devotos o diversas instituciones entre las que se encuentran clubes deportivos (Real Zaragoza), medios de comunicación (Heraldo de Aragón, Cope[1]) o institutos armados (Guardia Civil). En la actualidad, la Virgen cuenta con más de 450 mantos diferentes que se guardan en la sacristía de la basílica.[2]
Según los documentos que se conservan en el Pilar, en el año 1504, la Virgen ya se vestía con manto y en 1577 había catalogados 77 mantos. La forma de su colocación no ha sido constante sino que ha variado a lo largo de los siglos. En un principio, cuando no tenían una forma definida, los mantos se colocaban directamente sobre la cabeza de la Virgen. Más adelante, estas prendas pasaron a cubrir la columna y parte de la imagen. Finalmente, a partir del siglo XVIII adoptaron la forma de colocación que conocemos en la actualidad por la que se cubre la columna quedando completamente descubierta la imagen de la Virgen.[3]
La Virgen del Pilar viste manto todos los días con excepción de tres fechas a lo largo del mes: estos son los días 2, 12 y 20. Las razones son puramente históricas:
La Virgen luce cada día un manto diferente. En la actualidad, cada noche tras cerrar la Basílica-Catedral, es el Capellán de la Virgen quien accede a su camarín para retirar el manto que la ha cubierto durante la jornada y coloca el que lucirá al día siguiente.