En demonología, Malphas es un poderoso Gran Presidente (un Príncipe para algunos autores) del Infierno, teniendo cuarenta legiones de demonios en su poder y es el segundo al mando bajo Satanás. Según varios grimorios como el Lemegeton Clavicula Salomonis,[1] este construye casas, torres altas y fortalezas, derriba las construcciones de los enemigos, puede destruir los deseos o pensamientos del enemigo (y/o hacer que el mago los conozca) y todo lo que han hecho, además, proporciona de buenos espíritus familiares y reúne rápidamente a artífices de todos los lugares del mundo.
La descripción del demonio aparece por primera vez en el Pseudomonarchia daemonum del ocultista Johann Weyer en 1577,[2] mientras que este cuenta de una ilustración realizada por el pintor francés Louis Le Breton en 1863 para el Dictionnaire infernal,[3] una obra que recopila información acerca de los demonios a manera de diccionario. También se le atribuye a Malphas un sigilo[4] que según indica La clave de Salomón, se usa como parte esencial para su invocación, así como para identificarlo.
Se muestra como un cuervo, pero tras un rato o bajo petición cambia a la forma de un hombre con voz ronca. Varios relatos de escritores cuentan que, Malphas acepta gustosa y amablemente cualquier sacrificio que se le ofrezca, pero después engañará al conjurador.