El lustre o brillo es una propiedad física que describe la manera en que la luz interactúa con la superficie de una roca, cristal, mineral o tejido y se refleja en ella.[1] Aunque los minerales con verdadero «lustre adamantino» no son frecuentes, dos ejemplos son la cerusita y el circonio.[1] Depende de varios factores, como son:
La palabra lustre, que significa brillo, proviene del francés lustre, este del italino lustro, derivado del verbo latino lustrare, formado sobre lustrum "sacrificio purificatorio".
Se debe tener en cuenta que existen tres tipos de lustre o brillo:
Términos descriptivos usados en gemas incluyen vítreo como el vidrio; resinoso, como el ámbar; ceroso, como el jade; grasoso, como la esteatita; anacarado o perloso y sedoso.
El término también se utiliza para describir otros elementos con un brillo particular (por ejemplo, textiles como la seda y el raso, o metales).