María Luisa Cuesta Vila (Soriano, 26 de mayo de 1925 - Montevideo, 21 de noviembre de 2018)[1] fue una militante y activista por los derechos humanos uruguaya. Se dedicó especialmente a la búsqueda de detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico-militar en Uruguay. Su hijo Nebio Ariel Melo Cuesta fue desaparecido en Buenos Aires durante ese período por las fuerzas militares y aún continúa desaparecido.
Luisa Cuesta | ||
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Información personal | ||
Nombre en español | María Luisa Cuesta Vila | |
Nacimiento |
26 de mayo de 1925 Departamento de Soriano (Uruguay) | |
Fallecimiento |
21 de noviembre de 2018 Montevideo (Uruguay) | (93 años)|
Nacionalidad | Uruguaya | |
Familia | ||
Hijos | Nebio Melo Cuesta | |
Información profesional | ||
Ocupación | Activista por los derechos humanos | |
Área | Derechos humanos en Uruguay | |
Nació en Soriano, donde trabajó en un taller de chapa y pintura hasta junio de 1973, cuando la encarcelaron desde el 28 de junio de 1973 hasta el 31 de enero de 1974 en el Batallón de Infantería N.º 5 de Mercedes.[2]
En 1974 su hijo, Nebio Ariel Melo Cuesta, se exilió en Argentina junto a su esposa e hija. Nebio era militante del Partido Comunista Revolucionario (PCR) y una vez en Argentina se integra a la Unión Artiguista de Liberación. El 8 de febrero de 1976 es secuestrado en Buenos Aires por la Policía Federal.[3] Luisa Cuesta comienza entonces su búsqueda.[4]
Cuesta emigró a los Países Bajos con el resto de su familia en 1977. Regresó en 1985 tras el fin del régimen y la celebración de nuevas elecciones democráticas.[5] En los años siguientes, lideró al colectivo Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos.[4][6] Una de sus actividades incluía liderar la Marcha del Silencio anual, que reunía a cientos de personas en Uruguay.[7] En 2012, la Intendencia de Montevideo le otorgó el título de Ciudadana Ilustre.[8] En 2013, por su contribución a la lucha por los derechos humanos, recibió el título de Doctora Honoris Causa de la Universidad de la República.[5][9][10][11]
En 2015 se inauguró un centro cívico en su nombre en Casavalle, que continúa llevando su nombre hasta el día de hoy.[5][12] Ese mismo año sufrió un derrame cerebral y no pudo asistir a la 20ª Marcha del Silencio.[5]