Lucia Anguissola (Cremona, ca. 1536/40-ca. 1565) fue una pintora manierista italiana.
Tercera de las seis hijas de Bianca Ponzoni y de Amilcare Anguissola, miembro de la baja nobleza genovesa, como sus hermanas Sofonisba —la más célebre de ellas y quizá su maestra— Elena, Minerva, Europa y Annamaria, recibió una esmerada educación, incluyendo el estudio del latín y de la pintura a la que se dedicaron en mayor o menor grado todas las hermanas. El cultivado ambiente familiar en el que se criaron las hermanas Anguissola se encuentra reflejado en una de las composiciones más ambiciosas de Sofonisba, La partida de ajedrez de Poznan, 1555, en la que, según la inscripción que aparece en el tablero, retrató a tres de sus hermanas y la ancilla o sirvienta de la familia, habiéndose identificado a Lucía con la mayor de las tres hermanas, a la izquierda del lienzo.[1] Lucia murió joven. Cuando Vasari visitó Cremona en 1566 ya había fallecido.
En su visita a la familia, Vasari pudo ver dos retratos pintados por ella, que citaba elogiosamente, añadiendo que a su muerte había dejado no menor fama que su hermana Sofonisba.[2] Uno de esos retratos era el del duque de Sessa —«che pare, che non si possa far meglio»— perdido o node identificado; el otro, el de Pietro Manna, médico de Cremona, es el ahora conservado en el Museo del Prado, con una inscripción en el brazo del sillón: «lvcia angvisola amilcaris / f. adolescens. f».[3] El retratado, Pietro Manna, miembro de una ilustre familia cremonesa y posiblemente emparentado con la madre de la artista, viste un ropón característico de su condición de médico, subrayada por el bastón o vara con la serpiente enroscada, símbolo de Esculapio. Fechado en 1557, se señalan algunas semejanzas con los retratos de Bernardino Campi y Bernardino Gatti, de quienes pudo recibir enseñanzas directas y con quienes comparte el gusto por los detalles y la factura suave.[3]
Solo se conoce otra pintura firmada por Lucia Anguissola, un poco anterior: el Autorretrato de medio cuerpo conservado en el Castello Sforzesco de Milán, con una inscripción, parcialmente perdida, que podría transcribirse: MD/LVII / Lvcia Anguisola / virgo Amilca/ris filia se ip/sa pinxit.[4] A partir de estas dos única obras seguras se han atribuido a Lucia Anguissola algunas otras, entre ellas una Virgen con el Niño derivada de un modelo de Marco d'Oggiono, antiguamente en el Palazzo Viti de Volterra, y un retrato de dama, en Roma, Galería Borghese, en ocasiones tenido por autorretrato o por retrato de Sofonisba e incluso de la madre de la artista. Otros dos retratos, el tenido por retrato de Europa Anguissola en el Museo Tosio Martinengo de Brescia, y el de Minerva del Museo Poldi Pezzoli de Milán, se han relacionado también con Lucia o con su hermana Minerva.