La lucha en el suelo (también llamada combate de suelo o pelea de suelo, del inglés ground fighting) es un combate cuerpo a cuerpo que se desarrolla mientras los combatientes están en el suelo.[1][2] El término se usa comúnmente en las artes marciales mixtas y otros deportes de combate, así como en diversas formas de artes marciales, para designar el conjunto de técnicas de agarre empleadas por un combatiente en el suelo. Es el enfoque principal del jiu-jitsu brasileño y se utiliza con mayor o menor frecuencia en el catch wrestling, el judo, el jūjutsu, el sambo, el shoot wrestling, el hapkido, el kung fu, algunas escuelas de shuai jiao y otros estilos de lucha.
Al igual que el clinch, la lucha en el suelo implica que los combatientes se encuentran a muy corta distancia, generalmente uno o ambos agarrando al oponente mediante diversas llaves. Dependiendo de la posición de los combatientes, la proximidad puede permitir técnicas como mordiscos, estrangulaciones, anzuelos, arrancamientos de ojos, llaves articulares, técnicas de puntos de presión o diversos golpes.[3][4]
Tradicionalmente descuidados en la mayoría de las artes de agarre, los golpes en el suelo son un aspecto importante de la lucha en el suelo. Normalmente, una posición superior es mejor para diversos golpes que una posición inferior, simplemente porque el combatiente en la posición superior puede generar la distancia y el movimiento necesarios para golpes efectivos, mientras que el combatiente inferior se ve limitado por el suelo y por el combatiente superior. Otro factor es la gravedad, que favorece al combatiente superior cuando golpea hacia abajo. Además, el efecto de los golpes en el suelo puede verse amplificado, dependiendo de la zona golpeada, por el golpe que empuja al oponente al suelo. Los tipos de golpes que se pueden emplear con eficacia dependen de la posición de agarre específica. Los golpes comunes incluyen codazos, cabezazos, rodillazos y puñetazos.[5]