La llave palestina es el símbolo palestino de los hogares perdidos en la Nakba ("Desastre"), en la que más de dos tercios de la población palestina fue expulsada o tuvo que huir ante el avance de las tropas israelíes, y a quienes posteriormente se les negó el derecho a regresar a sus hogares. Casi 75 años después, la llave sigue siendo un potente símbolo recordatorio de la pérdida y la injusticia física y emocional.[1][2] Se considera símbolo de una esperanza de regreso, así como reivindicación de los bienes perdidos.[3]
Generalmente, las llaves tienen un aspecto antiguo y un gran tamaño. Suelen encontrarse réplicas enormes de estas llaves en los campos de refugiados palestinos, y a menudo se utilizan en manifestaciones pro-palestinas en todo el mundo como símbolo colectivo del derecho de retorno.[3]
Desde 2016, un restaurante palestino en Doha, Catar, ostenta el récord Guiness por la llave más grande del mundo: pesa 2,7 toneladas y mide 7,8 x 3 metros.[4][5]
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