Lisimaquia (en griego, Λυσιμαχία) es el nombre de una antigua ciudad griega de Etolia.
Es citada en el marco de la Guerra romano-siria como una ciudad que tuvo que atravesar Antíoco III el Grande para reunirse con todo su ejército en la ciudad de Estrato.[1]
En la época de Estrabón la ciudad ya no existía. El geógrafo la situaba a orillas del lago Lisimaquia, entre Pleurón y Arsínoe.[2]
Se localiza en unas ruinas situadas a 2 km de una población que ha recuperado su antiguo nombre de Lisimaquia.[3]