El licor Carmelitano es un licor de hierbas elaborado con más de treinta hierbas medicinales. Tiene un color entre anaranjado y dorado pálido y se comenzó a fabricar en el convento de los frailes Carmelitanos en el Desierto de las Palmas en las cercanías de Benicasim (Costa del Azahar, Valencia). En 1912 el licor pasó a fabricarse en la ciudad de Benicasim.
La orden religiosa de los padres carmelitas descalzos nació en el monte Carmelo, en Palestina, que al llegar a Europa se integraron en el movimiento espiritual de los hermanos mendicantes.
En el siglo XVII, los carmelitas llegaron a los montes del Desierto de las Palmas donde construyeron un monasterio, entre ellos Fray Antonio de Jesús María, destacado estudioso y conocedor de las hierbas aromáticas. Al convertirse en Casa Noviciado hubo que atender las necesidades de los novicios, sus estudios y formación y por este motivo pensaron en comercializar una bebida aromática, extraída de la infinidad de hierbas autóctonas de los montes del Desierto de las Palmas.
En los sótanos del Monasterio se instalaron unos alambiques y hacia el 15 de octubre de 1896, se comercializaron las primeras botellas del Licor Carmelitano.
Dada la mala comunicación, se pensó en trasladar las destilerías a la villa de Benicasim y en el año 1912 se fundaron las actuales bodegas y destilerías en las que, además de elaborarse el Licor Carmelitano, se amplió la gama de productos, conjugando antiguas directrices y recetas artesanas con las técnicas actuales más modernas.