Lee Hyeonggi (Hangul: 이형기) fue un poeta surcoreano.[1]
Lee Hyeonggi | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
6 de enero de 1933 Jinju (Corea del Sur) | |
Fallecimiento | 2 de febrero de 2005 | |
Nacionalidad | Corea del Sur | |
Lengua materna | Coreano | |
Educación | ||
Educado en | Universidad Dongguk | |
Información profesional | ||
Ocupación | Poeta | |
Nombre coreano | ||
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Hangul | 이형기 | |
Lee Hyeonggi nació el 6 de enero de 1933 en Jinju, provincia de Gyeongsang del Sur, Corea del Sur.[2] Fue a la Universidad Dongguk, donde se graduó en Budismo en 1956. Trabajó como periodista para United Press, Seoul Shinmun, Daehan Ilbo y como redactor jefe y escritor editorial para el periódico Kukje Shinmun. También ha sido profesor de Coreano en la Universidad Dongguk.[3]
Falleció el 2 de febrero de 2005.[2]
Su carrera poética puede dividirse en tres periodos. El primero, representado por su antología poética Naturaleza aislada, refleja la madurez de pensamiento de un hombre que se ha dado cuenta de la soledad de la vida y del vacío del mundo. Los poemas de este periodo están muy influenciados por el sentimiento de futilidad de la vida. Sin embargo, sus poemas no son simples expresiones de resentimiento o ira, sino una audaz confrontación con esa futilidad. El poeta se sustrae de las consideraciones e involucraciones mundanas, purificándose de las olas pasajeras de la existencia y desvelando aspectos trascendentes en armonía con la naturaleza.[4]
El segundo periodo de su carrera incluye sus obras de los años setenta y posteriores, en las que se aligera de las emociones transparentes y contenidas de su poesía anterior para expresar mejor su intenso esteticismo. Las características principales de este periodo son la resistencia desesperada de un hombre de cara a la muerte, la futilidad esencial de la humanidad que se ve magnificada por tal resistencia, y la dramática expresión de la vida humana a través de la influencia negativa de la vitalidad superficial.[4]
Después de mediados de los ochenta su poesía muestra una libertad de espíritu que puede examinar de forma objetiva la futilidad de la vida. Examina de forma fría los cambios de la realidad y el horror del mundo, adoptando una compostura calma que acepta abiertamente esas observaciones.[4]
Antología en colaboración
Poemarios
Crítica